Hace 163 años un fantasma recorría el mundo. Era la filosofía Marxista concretada en el manifiesto comunista. ¿Qué filosofía es la que recorre el norte de áfrica? Una cosa esta clara, en las movilizaciones de Túnez, Egipto y Libia el pueblo ha dicho basta, a la falta libertades y la miseria mientras sus dirigentes amasan inmensas fortunas a costa del bienestar de sus pueblos.
En Túnez, no existen dirigentes carismáticos que lideren una revolución, más allá de de dar participación controlada a sus ciudadanos en unas elecciones que “se consideren democráticas”. Entre otras cosas porque no existen razones de peso económico, para ahondar más e los derechos de sus ciudadanos.
En Egipto, nadie con carisma se ha erigido en líder de ese movimiento que a dado jaque mate a su presidente. También esta claro que le CIA esta detrás de los movimientos de los que ostentan el “poder” para que cualquier salida sea la que más interesa a los EEUU como agentes defensores de los intereses de los mercados financieros.
Nadie habla del joven que hizo el llamamiento a la protesta, que le costo palos y detención. Por una razón, podría convertirse en un dirigente que apostara por una verdadera democracia y rechazar las ingerencias de potencias extranjeras en su país. Por ello se hablara poco de este joven.
Lo que quiero resaltar, es que los pueblos tienen unos limites, y cuando los pueblos se les oprime más de lo razonable mente permitido las consecuencias pueden ser imprevisibles. Esto me hace pensar, ¿Hasta cuando los pueblos civilizados de Europa dirán basta ya, ha la dictadura de la banca y los mercados financieros?
Porque en definitiva, estos son los culpables, de los que se perpetúan en el poder dictando los destinos de los pueblos. Yo pienso que somos mayoría, los que nos vemos afectados por los especuladores financieros, y los gobiernos títeres ha su servicio.
¿Qué pasaría si nos contagiáramos de los movimientos de protesta africanos y dijéramos de concentrarnos en las plazas de las ciudades que representan las capitales de los estados, diciendo basta ya al poder de los bancos?
Yo pasaría la consigna, de que todos los “pequeños ahorradores” retiraran de los bancos y las cajas de ahorros sus dineros como protesta de los abusos que cometen contra la sociedad por sus ansias especulativas. Esto nos llevaría a crear las condiciones para deshacernos de estas lacras que oprimen a todos el mundo.
Porque una cosa esta clara. También son los mercados financieros, los que están moviendo los hilos del gobierno de los EEUU para que cualquier resultado de los egipcios, sean los más ventajosos para sus intereses. Porque ¿Qué pasaría si los islamistas se hicieran con el poder? Para los intereses del mundo capitalista sería muy perjudicial. Tendrían entre otras cosa las llaves del Canal de Suez y serían un cerco y amenaza para las expansiones y los asentamientos judíos en territorio de los palestinos.
Hoy lamentan de boquilla, las muertes de los ciudadanos libios, por la respuesta represivas del Coronel Gadafi ante la demanda de libertades. Que decir tiene que hace unos años consideraran al Cornel, como protector de los terroristas de Alqueda, pasando de ser un terrorista, a ser amigo personal de dirigentes de la talla de Tony Blair, y José María Aznar, elementos que se han decantado por unas libertades democrática, en Túnez y Egipto, callando como gallinas que decía mi mare, ante la represión del régimen de Coronel, por que en estos momentos se anteponen los intereses de los especuladores del petróleo, a los derechos humanos.
Claro que tanto el Parlamento Europeo como la Comisión, y los gobiernos europeos se definen con tantas tibiezas en sus críticas a la represión que por mucho que nos bañásemos en sus aguas no nos quemaríamos. En definitiva, esta ola de ansias de liberad que demandan los pueblos de África y el oriente medio, debería ser las mismas ansias de luchar en contra de los mercados y la banca como la cangrena que esta sometiendo a la sociedad por su afán especulativo para someter a los pueblos a su antojo. ¿Hasta cuado?
Antonio Montero Zarco
Valencia 24 de febrero de 2011