lunes, 24 de enero de 2022

LA PAZ

 

LA PAZ debería prevalecer por encima de los interese de los grandes fabricantes de armamento.

Lo de Ucrania, no es una cuestión de más o menos democracia, “va de poder”. Yo como siempre estoy en contra de todo lo que sea quitar y pones gobiernos títeres, de uno de los dos bandos en disputa. También estoy en contra que no sea la UNION EUROPEA quien se encargue de las negociaciones con Rusia, y que sea EEUU quien capitanee ese proceso.

 Y por supuesto estoy en contra de la decisión del Presidente del Gobierno de mandar tropas  a las proximidades de ese posible conflicto.

Yo destacaría aquellas palabras de un presidente de EEUU cuando vio que se aproximaba la ruina para su pueblo, esto es lo que decía.

Abraham Linconl en 1864 cuando escribió una carta que decía: >Veo que se avecina una crisis en el futuro inminente que me intranquiliza y puede sacudir la seguridad de mi país. Como resultado de la guerra, las empresas han asumido el poder, y lo que seguirá es una corrupción de las más altas esferas, el poder del dinero gobernara el país actuando sobre los prejuicios de las personas hasta que toda la riqueza se concentre en unas pocas manos y la republica termine destruida<.

Estoy convencido que esto resume muy bien el tema de Ucrania, y todas las ucranias que existen en el mundo.

 La Interpol pide a Abu Dabi la detención inmediata del mercader de armas que acompaña al rey emérito. Una vez que alguien se entera que este fulano se esconde en Emiratos Árabes Unidos, “que casualidad que se refugie  junto a Juan Carlos I ex rey de España.

Yo veo en todo este embrollo, aparte de la cuestión estrategia que Ucrania tiene para los contendientes, la afluencia do los productores de armas de todo el mundo sin distinción. Y también  está no lo olvidemos, el paso del gas de los territorios de la antigua URSS que siempre resulta más barato que el que llega de EEUU por esos buque gigantes.

Resumiendo, el dialogo entre las dos partes UE y Rusia tiene que prevalecer sobre el de las armas.

Por si hay algún mal pensado dice que estoy con alguno de los dos bando, afirmó tajantemente, que por mí se pueden desintegrar los dos, respetando las vidas humas de los inocentes que son como siempre la mayoría de la población.

Antonio Montero Zarco

Valencia 24 de enero de 2022

domingo, 16 de enero de 2022

 

SI NO SE PIENSA NO  SE VIVE.

El viejo había salido de su pensamiento al oír la voz de su compañera diciendo que la comida está en la mesa. En el trayecto del campo a la mesa, se dio cuenta que no era malo  el pensar. El problema que tenía era que, al pensar se sentía responsable de los acontecimientos que sucedían en el país, y eso no le gustaba ya que él no tenía ninguna responsabilidad en los acontecimientos políticos. Dejando claro que el pensar era vivir.

Entonces vio con claridad el despotismo de la derecha tanto política, como informativa desprestigiando al ministro de consumo por unas declaraciones que había hecho en un periódico inglés.

Vio la falsedad y rencor, en aquellos “granjeros” pequeños y medianos despotricando de las declaraciones del ministro, influenciados por el PP, sin pararse a pensar que estaba defendiendo sus interese. Pero la rabia contenida, no les dejaba ver porque, la propuesta la hacía un ministro de izquierdas, y eso no lo podían permitir.

Por esta razón “la Unión de Pequeños Agricultores y otras organizaciones, se sumaban a las críticas a Garzón”  pidiendo su dimisión sin tener en cuenta que ellos mismos, pidieron el fin de las macro granjas en 2018” pero ahora era un ministro de izquierdas quien denunciaba la maldad de estas explotaciones.

El viejo pensaba, y decía: como se puede ver, era  una cuestión de tipo ideológico, y por ello no perdonan a Garzón. Es verdad que todos los agricultores, o la mayoría son conservadores, por no decir de derechas y externa derecha, y por ello les viene mal que sea la izquierda la que este intentado resolver sus problemas, son como aquel que prefería quedarse tuerto con tal de su enemigo se quedara ciego.  También los hay de izquierdas, aunque les falta el valor de dar un paso al frente en defensa del ministro.

El viejo pensaba, que la gente del mundo rural tiene motivo para desconfiar. Es cierto. Lo primero que hacen por las mañanas cuando salen al aire libre es mirar al cielo para comprobar que día les va hacer, del tiempo dependen muchas cosas, ya que tienen como principal enemigo los cambios meteorológicos, y por otra parte, los intermediarios que son los que más benéficos sacan de sus trabajos.

Todo esto es verdad y el viejo lo sabía. Pero también sabía que todos aquellos inconvenientes les hacían ser mezquinos, y comportase como verdaderos caciques.

 El viejo volvía a insistir, en que dentro de este mundo del campo y las macro grajas industriales, muchos agricultores y ganaderos, deciden en los Ateneos  y las sociedades de agricultores  las estragáis para hacer la contra a todo lo que tenga un poco de olor a progreso salvo el que a ellos les afecta.    

Pensó que todas las fuerza vivas de la política de la derecha extrema, no podían permitir que aquel ministro “rojo” se saliera con las suyas.

Esto, según el viejo, camino de la comida, no tenía mayor importancia porque era natural que la derecha actuara de esa forma.

Lo que le revolvía las Tripas era que gente como la ministra de Transición Ecológica y medio ambiente, responsable directa de frenar los lugares contaminantes de estas granjas, no dijera abiertamente que estaba con su compañero de la bancada ministerial. Le revolvía los hígados que la ministra de sostenibilidad del cambio climático y el de agricultura, estuviera deseando el fracaso de su compañero.

 Cuando él tenía el campo valenciano a los pies  de los caballos del libre mercado, concentrando los cítricos en unas pacas manos y los pequeños y medianos campesinos que les pagara un kilo de naranjas a 4 céntimos de euro. Esto es lo  que pensaba el viejo de los ¡cojones!

 Para la burguesía campesina  que deciden en los ateneos y grandes casinos los destinos de mundo del campo, les importa una mierda  la sostenibilidad de las pequeñas propiedades y las familias que trabajan y dependen de ellas porque, cuando abandones sus tierra para ir a la ciudad como mano de obra barata, ellos las compraran por dos reales y sequiaran oprimiendo a todos los que se les ponga por delante.

 El viejo esperaba, que ante las posiciones que sostenían en los países del norte de Europa, Francia, Alemania y la propia UE desechando las macro granjas y en favor de la ganadería extensiva y sostenible los pequeños granjeros dijeran, basta ya de tanta manipulación.

Está claro, que al meterse en la mierda y los meados de las ganaderías intensiva, no han sido capaces de soportar el hedor, y lo que pesaban que con ese remover el estiércol, pondría al ministro Alberto Garzón en un aprieto pidiendo su dimisión, el tiro les ha salido por la culata.

Hoy el ministro Garzón está más fortalecido, y su honestidad y templanza en la defensa de su posición, ha puesto en evidencia a todo el arco político y mediático.

Ha desenmascarado la hipocresía, y hacer que la gente mala de la derecha se vea desprestigiada metida en la mierda porcina.

A puesto al descubierto la cobardía de algunos ministro incluyendo al presidente, y en particular, a los/las titulares de Transición ecológica, al de agricultura. Y también al propio presidente.

El viejo se sentó a la mesa pesando que el ministro Garzón había ganado la partida ya que la opinión pública estaba a favor de la ganadería extensiva y en contra de los “lobis carniceros”

Antonio Montero Zarco 16 de enero de 2022

 

 

 

lunes, 10 de enero de 2022

QUE MALO ES PENSAR

 

QUE MALO ES PENSAR

El viejo había cogido la “azadilla” y un cajón de esos de plástico de las naranjas para sentarse e intentar quitar las mala hiervas de alrededor de las “coliflores y las brócolis” movió la riera con la azadilla y después con las manos la arrimó al tronco de la pequeña planta.

Al coger la tierra con sus manos experimentaba una sensación de paz y tranquilidad. Pensaba que el tacto con la tierra le  trasladaba en el tiempo, a esos lugares de las grandes ciudades donde la gente no puede experimentar esas sensaciones de paz y tranquilidad que da el tacto de la tierra. Y qué decir de esos “personajes y personajas”  que se sientan en el hemiciclo del congreso de los diputados. Era una sensación que solo en el campo se podía sentir.

Pensaba y se preguntaba que hacia la gente de izquierdas. Lo primero que le venía a la cabeza, era que es lo que les movía o no les movía para ser de izquierdas. Hay mucha gente que es de izquierdas y no lo sabe, y hay otros y otras que de dicen serlo pero no son.

Ante este dilema, y mirando como crecían las plantas de coliflor, ya que cuando se está manoseando la tierra a su alrededor se les ve crecer, un privilegio que solo unos afortunados tienen porque, no están en los parlamentos  ni ayuntamientos ni otras instituciones públicas ni privadas ¡que se jodan! 

El dilema que había dejado en el aire lo retomó después de darle mil vueltas manoseando la tierra en el tronco del brócoli. Les diría si los tuviera delante, ¿tú o vosotros a que a veis venido a la política? Él estaba pensando en todos aquellos que tuvo la suerte de conocer en la lucha diaria durante toda su vida sin esperar nada a cambio.

Eran hombres y mujeres que habían sufrido la pérdida de la republica por unos criminales, que después de este horrendo ultraje, vendrían los fusilamientos, las torturas las cárceles el hambre y la falta de libertad, y seguirán luchando al pie del “cañón” hasta  su último aliento, pues bien, los saco de sus tumbas para recordar su tipo de militancia política, sindical y vecinal.

Pensaba el abuelo con la cabeza cacha mirando las plantas, si era justo exigir hoy ese tipo de militancia. Allí de un rincón de su cerebro, salían voces diciéndole que aquello paso a la historia, y que hoy la gente que se hace vieja en la política es por intereses y su bien estar. Que la militancia era pasajera. Que se acentuaba un poco más cuando se acercaban las elecciones por aquello, de si estando en el sitio adecuado en el momento oportuno, le toca algún número agraciado como con la lotería.

El viejo, echaba de menos que no se hablara en los medios, de las “algaradas” callejeras reivindicando solución para terminar con la falta de personal sanitario de todas las especialidades en los hospitales y ambulatorios.

Pensaba que cada uno se acuerda de Santa Bárbara, solo cuando truena. Pensaba en el divorcio de todos los sanitarios, y a su vez también el divorcio entre ellos, y los ciudadanos y ciudadanas a la hora de luchar por una sanidad pública para todos.

Pensaba en los sindicatos corporativismo, que estaban en su derecho pero no dejaba de ser clasistas y de ahí ese divorcio. Solo las plantas eran testigos del debate interno que mantenía el viejo consigo mismo.

Alzó la cabeza y miro hacia el sur, vio un polígono industrial a pocos kilómetros y pensó cuantos de aquellos trabajadores que había bajo los tejados de las naves industriales, conocían el proyecto de la ministra de trabajo para aglutinas a todas las izquierdas, con el fin de dar la batalla para renovar  y mejorar el gobierno de coalición de la izquierda y desterrar a la extrema derecha de las instituciones democráticas.

Pensaba que para ello hacía falta un partido organizado, donde cada cual aportaba su buena voluntad y un mínimo de compromiso para hacer realidad esa idea sin esperar nada a cambio que no fuera fortalecer  el sistema democrático y ampliar el número de ministros de izquierdas en el nuevo ejecutivo.

Salió de su pensamiento cuando oyó la voz de su compañera inseparable decir, la comida está en la mesa.

10 de enero de 2022