Me gustaría que a pesar de
las diferencias que nos separan, al menos pudiéramos estar de acuerdo en algunas
cosas. En primer lugar, ostentas un cargo que te ha sido trasferido por herencia
de antiguo régimen del 68 del siglo pasado. En el 68 año de tu nacimiento,
nacieron niños y niñas con apellidos mucho más antiguos que el tuyo y, no
tuvieron ni las oportunidades ni los medios que tú has tenido.
Tú estás entre ese 60% de
españoles que no votaron la constitución. Tenemos pues un país con una
constitución que la mayoría de compatriotas no ha votado. Criado pues en un
“régimen democrático” educado en el ambiente de la clase aristocrática no
puedes ser ajeno de como se ha desarrollado nuestro país en los últimos 40
años. Ni tan poco los entresijos que te han llevado a ocupar la más alta
magistratura del Estado a título de Rey.
Sin entrar en el pasado más
oscuro de cómo se hicieron las cosas para allanar el camino que te ha llevado
al cargo que ocupas, como hombre que se ha desarrollado en una democracia, estarás
de acuerdo conmigo que la carta magna que nos une a todos, ha sido víctima de
varias violaciones que la han
desnaturalizado: se han ultrajado los artículos que han roto con lo social de
su contenido, respaldado por la misma oligarquía que te auparon al reinado que
representas.
Como puedes ver y
comprobar nada de lo que te digo esta
fuera de la realidad. Faltaba lo de Cataluña y la aplicación del 155 de la constitución,
que es lo más “parecido” a los estados de excepción de las crónicas más negras
de nuestra historia cuyo resultado no se solucionara con su aplicación después
de 21-D sea cual sea el resultado de las
urnas.
La solución de Cataluña es
un reflejo de lo que te decía anteriormente sobre el porcentaje de ciudadanos
que no a veis votado la construcción quedándose huera ya para
vuestra generación.
Esta situación que está
ocultando el grado de corrupción de la clase política, en la que tú mismo has
sufrido y te has visto afectado por
lazos familiares en este fenómeno de la
corrupción.
Pero no es de la corrupción
de lo que tequilero hablar, es de la
composición social, cultural y geográfica que forman esta gran nación. Tú sabes
mejor que yo, los sentimientos nacionales de esos pueblos que forman el Estado.
No voy hablar de los gallegos, los vascos, los catalanes, los de las islas.
Canarias y las Baleares, los valencianos y los andaluces: decirte de estos
sentimientos nacionales, es repetir lo que se está tanto en sus ciudadanos como
en la clase política.
Una clase política que no ha
sido capaz en los últimos 7 años en sentarse a dialogar y que esa incapacidad
les lleva a escudarse bajo tú paraguas,
para cometer esos asesinatos contra la constitución, aplicando los recortes
sociales que me supongo que no ignoras.
Se amparan en tu figura, utilizando como arma de persuasión la ruptura de la patria, para que la
oligarquía financiera continúe haciendo del “reino” un país sin contenidos
sociales donde los pueblos no tengan ni el derecho al trabajo digno que recoge
la constitución. Entre otras cosas.
Por lo tanto, si el 21–D no se
resuelve el problema, que no se resolverá, por esos sentimientos nacionales que
decíamos anteriormente, sin no que solo lo apacigua un poco la situación, si
esa reforma que se comprometió hacer el presidente del Gobierno, es para
encajar en la constitución el tema catalán, sin entrar en profundidad en una
adaptación donde todas las fuerzas políticas estén representadas, como lo
requiere los problemas de las nacionalidades
y esa mayoría del 60% que no votasteis esta constitución, no se
solucionara el problema.
Aquí es donde entras tú para
resolver la situación, tienes dos
opciones, una que te honraría y mucho,
sería renunciar al trono para dar lugar a una república que encajara en esa
reforma del estado en la nueva constitución, donde todas las diferentes
nacionalidades que la componen encajaran en ese gran proyecto. Dos. Toma esta
decisión, presentarte como candidato a la presidencia de esa república, por el
partido que tu elija o pidieras crear.
Sé que te rierais cuando
conozcas esta carta, pero quiero decirte una cosa, los dos sabemos, que más
pronto o más tarde esta situación se dará. Hoy lo podemos hacer en armonía
donde todos nos podamos sentir vencedores, pero mañana, de continuar con los
recortes, en la educación, en la sanidad, en la reforma de las pensiones, en la
falta de libertad, en el deterioro de la justicia, ni tú ni yo posiblemente no
lo veamos pero seguro que habrá un cambio y de continuar así las cosas son será
de rosas y miel tendrá consecuencias no hay no se pueden calcular. Toma nota
y reflexiona de esta carta de un
ciudadano que ama la libertad y los derechos de los seres humanos.
Atentamente que do a tu
disposición:
Antonio Montero Zarco.
Valencia 3 de diciembre de
2017