LA
DEMOCRACIA
Al jugar con las cartas
marcadas, te arriesgas a perder muchas partidas, y la más importante es sin
lugar a dudas la democracia. ¿Es una farsa pues la democracia? No. Sería la respuesta
lógica.
¿Pero que pasa cuando la
respuesta es Sí es un fraude? Pongamos un caso para justificar el Sí.
Tenemos una minoría de
empresarios que mirando por sus intereses justifican la ampliación del puerto
de valencia. ¿Les importa el impacto ambiental, Les importan los ciudadanos? No.
Sin embargo imponen por la fuerza democrática de su poder económico la
realización de las obras que les son más rentables para ellos y los inversores
que les apoyan. Yo considero que este
ejemplo refleja muy bien el fracaso de la democracia.
Decía el gran filósofo Aristóteles “como el pueblo está
en mayoría, y la decisión de la mayoría es soberana, necesariamente será este régimen
una democracia” pero esta teoría no es
correcta porque después se tienen que elegir a los “más sabios” tanto para
ocupar el senado como las altas esferas de la magistratura de la justicia. Esta
teoría del viejo filosofo en la actualidad ha resultado ser falsa, porque eran
los poderes “fácticos” los que ocupaban las áreas de poder por ser los más
preparados, la plebe, el pueblo no podía ocupara nunca ese poder porque no tenía
la oportunidad de saber.
En el artículo 1º punto 2 de la constitución también dice “que
la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan todos los
poderes del estado. Se supone que el estado se debe a la soberanía popular que
es la que realmente tiene el poder. Pero esto también es falso. Solo cada 4
años.
Vemos como en tiempos de la antigüedad
y en los tiempos recientes existen medios para “corregir” los derechos del
pueblo soberano, dejándolo vació de poder, que solo se refleja en el papel. La práctica
cotidiana nos demuestra que el poder del
dinero tiene más poder que todos los derechos constitucionales. Entonces ¿Qué sentido tiene la democracia?
En las condiciones actuales donde ya se ha
declarado la emergencia climática como la peor de las “pandemias” que pueden terminar
con la vida tal cual la conocemos en la tierra. Como mínimo, se tendría que
hacer un estudio medioambiental por expertos independientes, que dijeran las
consecuencias de esa gran obra, y las obras colaterales que llevan en su
entorno. En cualquier caso esa gran
inversión de decenas de miles de millones de euros que sé tienen
que invertir, se tendría que demostrar en que repercuta para el interés general, teniendo en cuenta, que el “sujeto” que está presionando para la
ejecución de una infraestructura de su uso exclusivo el “sujeto” solo aportaría
en el mejor de los caso el 20% del capital y el resto sería sufragado con el dinero
de todos, cuando hay otras necesidades más urgentes que atender, como al hambre
de la población infantil que en este país son más do dos millones los niños que
lo necesitan.
Ya hemos podido comprobar con
el paso de los años las consecuencias que ha tenido para nuestra ciudad la
ampliación del puerto, el circuito de la
Formula 1 y la declaración de la huerta como Zona de Actuación Logística (ZAL)
esto nos tiene que hacer pensar, hasta qué extremo podemos dejar que el poder
del dinero nos imponga esa gran actuación portuaria, sin hacer valer nuestros
derechos constitucionales.
Al tratarse de una obra que
no es de interés general, como mínimo, se tendría que consultar con la ciudadanía
si quieren que esa obra se ejecute, y que con los tiempos se vean degradadas
sus playas y sus costas haciendo un vertedero todo el litoral valenciano.
No sé si el haber mezclado Aristóteles
con la democracia que se practica hoy, el haber insinuado que es una farsa,
tiene algún sentido en esta causa. Por ello, por la confusión que pueda crear,
pido disculpas, pero es que no me entra en la “sesera” el que siendo mayoría
tengamos que claudicar ante unos pocos que en algunos casos no son ni pertenecen
a este país nos digan lo que se tiene que hacer.
Por finalizar esta opinión,
me gustaría que las dos administraciones valenciana, Ayuntamiento y Generalitat, se implicaran en este tema, y
que decidirán si que remos un mega puerto o queremos una ciudad con toda la
belleza que dispone para compartir con los nuestros y todos aquellos que vengan
a visitarnos con buena voluntad.
Antonio Montero Zarco
27 de febrero de 2020