viernes, 2 de octubre de 2020

SON MALOS, ES MALA GENTE

 

SON MALOS, ES MALA GENTE

La OMS, ha afirmado que la pandemia de la Covid 19 no ha sido inventada en ningún laboratorio. Esto aclara que toda la basura informativa y de protesta  por parte de partidos políticos es pura y llanamente una estrategia para debilitar al adversario.

La pandemia ha puesto de manifiesto la división entre clases sociales. Una vez más la oligarquía económica, antepone sus intereses al sufrimiento de las personas. Tú puedes ir a trabajar, pero no puedes salir de casa para tomar un café en la acera de enfrente. Por lo tanto lo que está en juego, no es la salud de los ciudadanos, sino los intereses de los empresarios y quienes los defienden sin ningún tipo de escrúpulos.

Otro de los asuntos que ha quedado al descubierto, es que Madrid es España, y España es Madrid. Esto no lo he inventado yo se ha dicho muchas veces por parte de la incompetente presidenta de esta comunidad y quienes le aplauden. Claro está que de ahí parten todas las carreteras del Estado, todos los trenes y las terminales del sus aeropuertos, pero esto no justifica que todo el resto de la nación tenga que estar supeditada sus caprichos.

¿Porque no se puede hacer el confinamiento en los barrios obreros? Porque en su día los carroñeros del ladrillo, y las casitas de Instituto Nacional de la Vivienda. no construían casas para vivir, construían alojamientos para los desertores del arado que acudían a las grandes ciudades a la llamada de aquellos delirios  del  llamado desarrollo de los finales de los  años 50 y los 60 del siglo pasado para deshacerse del hambre que dejaban en los barbechos.

Pero quisiera destacar que aquel desarrollo, fue gracias al sacrificio de más de tres millones de compatriotas que se vieron obligados a coger la maleta e inmigrar en busca de “fortuna” sí, aquel dinero que mandaban a los familiares que habían dejado de tras, fue el verdadero motor del despegue del tercermundismo que se vivía en la Empaña de la dictadura, dueña de los que dieron el golpe contra la República legalmente constituida.

Bien, esta pandemia, está visualizando las diferencias sociales en todos los lugares, con mayor relieva en esa España  centralista que  pone de manifiesto, como ha actuado toda la oligarquía  económica a lo largo de los tiempos.

Todos aquellos Duques, Marqueses, Condes, Vizcondes, Barones, Señores y Terratenientes, las grandes empresas surgidas, algunas, durante la guerra y otras en la posguerra, las mismas que utilizaron la mano de obra gratis o casi “gratis” de los presos republicano condenado en los batallones de trabajo, son los mismos  que han concentrado todo el poder empresarial y económico en esa España madrileña, y en esa madrileña España.

Decía que se habían construido casas para dormir, no casas para vivir, estas no están construidas en los barrios ricos de la ciudad, en esos barrios donde la periferia no puede ir a tomar un café. Fueron construidas en la periferia, en lugares desérticos de toda vegetación y sin los servicios que eran necesarios.

 Se tuvo que esperar a la democracia para que las nuevas corporaciones municipales las dotaran de los servicios que hoy tienen. Pero no pusieron un servicio de transporte público, que hoy es uno de los focos más importantes de la expansión del Covid19.

 

Otro asunto no menos importante es el por qué esa España centralista se opone al reconocimiento de la España plural. Ignorando, o intentado de desacreditar a estas nacionalidades. Por ello si echamos un vistazo, a la periferia geográfica del estado, nos encontramos con unas nacionalidades históricas que a pesar de las maniobras dictatoriales del régimen franquista,  no han sucumbido las pretensiones de los centralistas económicos de España de Madrid aunque muchas veces sus intereses son los mismos.

Hubo intentos, y continúan habiéndolos de desposeer de algunas industrias punteras  ancladas en el País vasco y en Catalunya, para hacerles pasar por el aro. Pero ahí tropezaron con el acero de los sentimientos nacionales de esas regiones. Y aunque consiguieron expropiar algunas industrias como por ejemplo,  la Hispano Suiza atraves del INI, para venderla luego a precio de saldo, lo mismo qué  desmantelaron la siderurgia del AHM,  (Altos Hornos del Mediterráneo) vendieron la empresa Nacional del Cano y desmantelaron sus astilleros en la comunidad valenciana, a cambio de enviar unos millones de turistas alemanes a disfrutar del sol de nuestra costas para compensar las pérdidas que suponía la desaparición de estas industrias.

  Pero tanto la burguesía Vasca y catalana, entran en contradicción con esos terratenientes de la capital del Estado, porque se aferraban a no perder sus privilegios como clase dominante en sus territorios.

No pasó lo mismo con la burguesía valenciana a la hora de defender los interese de esta comunidad. Se desmanteló la industria pesada valenciana por ser sus burgueses sirvientes del centralismo madrileño.

 Quiero hacer una aclaración, cuando estoy hablando de los centralistas madrileños, en ningún momento me dirijo al pueblo de Madrid, a los trabadores madrileños, a los que van aplastados en los transportes públicos y a los que realmente son el sostén productivo de esa región.

Toda esta retahíla de argumentos, es sencillamente para poder entender, como y porque los barrios populares y los pueblos colindantes a la ciudad de Madrid y otras muchas ciudades, no tienen esas casas donde poder guardar la cuarentena en caso de contraer esta maldita pandemia, u otras parecidas, ocasionada por el crecimiento descontrolado, no solo en la ciudad de la España de Madrid, sino en todo el planeta.

 Ese afán de concentrar tanto el poder económico como productivo y político, es lo que ha ocasionado el vaciamiento de eso que se llama la  España rural, dando lugar a la masificación humana de las grandes ciudades, donde han aflorados las bolsas de marginación de esos desheredados de vivir amontonados porque nunca estuvo en las previsiones de esa maldita oligarquía el bienestar de los ciudadanos. Para ellos solo son carne de trabajo que se desechan cuando no hacen falta, y de esta forma al haber una bolsa  tan inmensa de parados que consiguen mano de obra barata, y sin derechos.

He aquí todo lo relacionado con la maldita pandemia. Pero no seria justo cargar toda la responsabilidad en esa oligarquía financiera de nuestro país, ahí van de la mano con todas las multinacionales del planeta tierra, causantes del cambio climático por su contribución de enviar tanta contaminación de Co2 a la atmosfera.    Si esto no se corta, no será la última pandemia que suframos si es que somos capaces de deshacernos de esta, por eso del título de esta opinión, son Malos es mal Gente.

Antonio Montero  Zarco

1de octubre de 2020