TENGO UN GRAN PROBLEMA
La verdad es que en este
mundo tan convulso como el que vivimos es difícil opinar con un poco de lógica.
Es difícil porqué el
comportamiento de los políticos tan cambiante en pequeños espacios de tiempo
rompen, todos los esquemas que uno se pueda hacer.
Reforma laboral, salario
MIP, ley del alquiler, ahí escondida la ley mordaza sin tocarla, son,
ingredientes para tener el lio que yo tengo.
Porque al no existir la
lógica, hace fallar todos los planteamientos. Aunque este no es el lio más
importante que tengo, yo lo tengo claro, si no hay coherencia todo es posible
en "grana" como dice el refrán.
El que me quita el sueño es el
de la reforma laboral, en esa reforma de Rajoy que privó a los trabajadores de
la negociación colectiva para que todos, los de las grandes empresas como las
pequeñas se pudieran beneficiar se fue al traste.
La maldad, de toda la derecha, apostólica y
romana, con sus esbirros en el gobierno para hacer su santa voluntad, rompieron
aquel derecho que costó, sangre sudor, represalias y cárcel en conseguirlo.
Ese fascismo oculto tras los partidos de la
derecha impuso su libertad sin dar la cara. Libertad para la esclavitud laboral,
para el despido y al poder ser sin coste alguno, Rompiendo el derecho
constitucional a la negociación colectiva.
Hubo gente que lucho, hay
gente que lucha, y seguirán ahí. ¿Pero dónde está el respaldo de los
trabajadores a esos esfuerzos de los que lucharon y los que hoy luchan por
defender sus intereses?
Vemos dos tendencias en el
gobierno, una por suavizar un poco aquella reforma del mediocre Rajoy, la otra
romper aquellas cadenas de esclavitud laboral, y partir de "cero"
para adecuar las leyes laborales a las necesidades de la vida laboral y
empresarial en los nuevos tiempos que corren.
Es verdad que el gobierno
está para gobernar, gobernar para todos. Esto es muy difícil, pero tiene que
intentar gobernar para la mayoría, para ello los gobiernos tienen que ser
honestos y cumplir sus promesas electorales, cosa que se viene incumpliendo sin
señalar a nadie, lo dejo a criterio de la memoria colectiva.
Dicho esto, no sé cómo
resolver el problema que anunciaba. Parece ser que el número de trabajadores ocupados
va por el buen camino, y es aquí donde mi problema se hace insalvable.
No pretendo que esos 19 o 20
millones de trabajadores votarán las opciones de las izquierdas, pasaríamos a
ser monolítico y eso no sería del todo bueno, pero sí una mayoría que pudiera
condicionar todas las políticas económicas y sociales que los gobiernos
deberían ejecutar, es posible que entonces la soberanía constitucional radicara
en el pueblo. Ahora radica en las empresas de IBES 35.
Decía que no todos votan las
opciones de izquierdas, y me surge una pregunta. ¿Qué pasará por la mente de
esos trabajadores que, una vez terminada la jornada laboral hacen horas
extraordinarias y no las cobran y, encima votan a la derecha o la extrema
derecha? Porque no hay tantos ricos como la cantidad de votos que recogen estos
delincuentes de la política.
Continuo sin resolver mi problema, hasta el
punto, que a veces pienso, que si se desliga la obligación del gobierno en
legislar, del trabajo de gentes anónimas, que dedican su tiempo a intentar
mejorar la vida laboral de todas las trabajadoras y trabajadores, ¿vele la pena
luchar por defender esos intereses, cuando, los interesados no son capaces de
defender los suyos, como esos trabajadores que hacen horas extras por amor al
arte?
¿Es este el mundo que una
parte minoritaria de empresarios y sus lacayos en el gobierno desean para
nuestros pueblos?
La pandemia ha dejado al
descubierto la inutilidad del liberalismo salvaje. Es más sus formas de hacer
son tan perniciosas que hace que trabajadores del mismo pueblo se enfrenten, por las
incomprensiones de cruzarse de manos, y actuar a la voz de su amo, y los que
todavía intentan rebelarse contra las normas establecidas. Yo siempre estaré
con estos últimos y por mí a los sumisos que se callan como gallinas, como
dicen ahora, que les "den" y que sufran los abusos que ellos mismos
han elegido, ya está bien de luchar por ese "lumpen" al servicio de
sus esclavistas, que se pudran con sus
andrajos y harapos.
Esto es muy duro viniendo de
mí, pero es la respuesta que les doy a aquellos que dicen que los sindicatos no
hacen nada, pero ellos no están afiliados, y encima vota a la derecha, ¿qué
otra respuesta se merecen? A estas alturas de mi existencia no pienso poner
censura a mi pensamiento. El opinar así me libera de los problemas que
anunciaba al inicio de esta opinión.
Antonio Montero zarco
31 de oct de 2021