Existe un problema que se viene arrastrando de una forma organizada, desde 1848, cuando se definen de forma diferente como se organiza la sociedad, y las clases que la conforman. Esta son, los que explotan y los explotados, es decir cuando verdaderamente se organiza la lucha de clases con el surgimiento del manifiesto comunista. Aunque nos podíamos remontar a la antigüedad. Muchos años a. C, los esclavos se revelaron contra el imperio romano. Entonces ya existían las clases, dividiéndose en grupos de presión, los patricios, que se repartían el poder político y económico, los plebeyos y los esclavos, que trabajaban para la banda de delincuentes que gobernaban el imperio. Aquello fracasó por que fue un movimiento espontaneo, que no llego a consolidarse como organización estable con sus cauces de participación.
Después el hijo del carpintero, harto de ver las atrocidades que cometía el Imperialismo Romano, con más inteligencia que los esclavos que le habían precedido en la rebelión, a la chita callando en la clandestinidad, a través de conferencias clandestinas, y mucho proselitismo, consiguió un buen grupo, que se dedicaron a captar gente hasta que consiguieron tener un gran ejercito de seguidores más organizados que los esclavos, y le plantaron cara al imperio. Cuando hizo la entrada en Jerusalén, al no haber la respuesta que requería, por la represión que los romanos, habían llevado a cabo contra sus seguidores y los topos que tenía dentro, le detuvieron y se lo cargaron. Pero su partido como estaba organizado, continuó en la lucha y hasta nuestros días. Lo que ocurrió después, es que como en todas partes cuecen habas, sus seguidores traicionaron los principios, y se integraron en el capitalismo, y ahora son una de las organizaciones financieras y “políticas” más potentes del mundo con unos privilegios que son intocables.
Sí, el traer aquí estos retazos de la historia para comparar y ver la necesidad de las luchas que a lo largo de los tiempos los oprimidos han tenido para librarse de las cadenas de los opresores, y por ello las enseñanzas de los filósofos Marxistas, es lo que sirve para luchar contra los desmanes que el capitalismo comete todos los días. Es decir partidos bien organizados, con nuevas formas de participación pero sin perder sus orígenes.
Sin embargo, los opresores de estos tiempos con gobiernos sometidos a sus deseos, no escatiman en medios económicos, de prensa y Tv, para desprestigiar todo lo que proviene de esta forma de pensar de aquellos que se denominan Marxistas, porque saben que es desde estas posiciones, como se terminara con sus privilegios.
A veces las contradicciones en la composición de los partidos de la izquierda, han contribuido a ese desprestigio que con tanto celo la derecha se afana en desprestigiar, Hay que tener en cuenta, que la derecha, el capitalismo también a lo largo de la historia, ha controlado y controlan los medios de comunicación, ya sea la prensa escrita, y ahora las nuevas tecnologías.
Las crisis provocadas que se han vivido a lo largo de la historia, han sido resueltas a base de guerras. Guerras localizadas y más ambiciosamente las dos contiendas Mundiales. Es decir, el capitalismo actúa allá donde puede sacar rentabilidad económica unas veces, otras por cuestiones estratégicas como es el Caso de Afganistán, porque lo que menos le preocupa, es la democracia que quieren implantar, lo más importante, es tener un gobierno títere, que les permita la instalación de unas bases permanentes para controlar todo lo que proviene de las antiguas repúblicas de la ex URSS.
Es decir, el capitalismo, no duda en emplear la fuerza para conseguir sus objetivos. Cuando los vientos no le son favorables y no pueden resolverlo con contiendas, como ocurrió en la antigua Yugoslavia, lo hacen interviniendo en conflictos locales y aprovechan el descontento social para influir en mantener ese malestar. ¿Que se esconde detrás de los acontecimientos de Ucrania donde los EEUU y los Europeos no son ajenos? Simplemente, derrocar a el gobierno contrario a la integración en la Comunidad Europea, par poner otro gobierno que sea fiel a los postulados de UE, y de esta forma debilitar la influencia que Rusia tiene hoy sobre Ucrania.
Es evidente que la izquierda, tendría que decir algo ante esta realidad que esta mandando a la marginalidad a los trabajadores de todo el mundo también, a los trabajadores del Imperio. Para ello es necesario y urgente la re-afirmación ideológica de la izquierda. No se puede combatir el capitalismo sin tener claro que con reformas no se soluciona el problema. Hace falta una ruptura con el sistema establecido. Por ejemplo, cualquier gobierno que se precie de estar nimiamente al lado de los trabajadores, sin timideces, tiene que plantearse como mantener las cosas mínimas fundamentales para los ciudadanos. Que son una sanidad publica y gratuita igual para todos. Una educación publica laica, gratuita e igualitaria para todos, y unas pensiones dignas para que los ancianos tengan una vida digna los últimos días de sus vidas, así como unas dotaciones mínimas para las personas dependientes. Esto se consigue, nacionalizando las empresas estratégicas y una banca publica. No hay otra forma, o la subida de impuestos para los que más tienen.
Con todo esto por delante, con tiempos turbulentos de tanta corrupción, las cúpulas de los partidos políticos, de la izquierda, empiezan a trazar sus estrategias. Pero su “debilidad” en lo orgánico se dejan influenciar por las criticas de la derecha, y los tertulianos, que les echan en cara su falta de transparencia y democracia interna.
Llegado este punto, quisiera hacer algunas matizaciones. Desde fuera de la vida interna de los partidos, es muy fácil opinar sobre lo que se tiene que hacer por parte de sus dirigentes, pero mira por donde, que los salvadores en las tertulias, no se mojan y toman partido por la opción que más les acomode. Eso lo dejan para aquellos que no tienen reparo en militar y dar algo de su tiempo a una causa común en beneficio de la sociedad.
Después ayudan a destacar, personas que yo afirmaría que son honradas, y sus intenciones de lo más sano, hasta hacerles creerse que son prescindibles para formar cualquier propuesta que tiene visos de prosperar en una contienda electoral. ¿ Pero que hay de tras de todo esto? En el fondo, no les interesa que estas ideas salgan triunfantes. Porque la unidad de una alternativa de izquierdas se pueda abrir camino, para desplazar a la derecha y la “otra izquierda” de las áreas de poder y cuando los acuerdos no llegan a buen fin, echar las culpas al sectarismo de los partidos mayoritarios. Dicho esto, ¿Que se tiene que hacer para unir a la izquierdas?
Desde mi
opinión, las luchas en ciertos círculos del partido gobernante, no
me importan lo más mínimo. Por que se pueden pegar puñaladas pero
cuando llega la hora de tomar decisiones, hacen una piña en torno a
la persona que sea su caudillo. Ojalá y se rompieran en mil pedazos.
Las otras
luchas de la “izquierda” me preocupan más. Estas luchas están
supeditadas al cambio en la cúpula dirigente del partido socialista.
Hace mucho tiempo, yo siempre he mantenido, que lo que cuenta en un
partido de “izquierdas” es su propuesta política. No solo en el
PSOE, sino en todos los partidos o formaciones de la izquierda.
¿Para
que queremos el cambio? ¿Significa, que vamos a recuperar todos
los derechos que nos han arrebatado? El cambio tanto de dirigentes
como de políticas ha aplicar, tienen que tener una convicción de la
necesidad de una ruptura con el régimen actual. Este sistema no
vale. No vale porque no se puede aceptar en estos tiempos que corren
que la mayoría social este supeditada, a los caprichos de los
mercados. Es inadmisible, que se muevan en inversiones de bolsa y en
la compraventa de acciones en los mercados financieros de un país
como el nuestro, en un solo día, más dinero que se produce con
bienes y servicios de lo que se fabrica en un año. Dicho esto, yo
hago un llamamiento a la izquierda real, de sentarse a reflexionar,
el que hacer ante las elecciones al parlamento Europeo. Siendo
consciente “del poco peso político” que tienen estas elecciones,
teniendo en cuenta que el parlamento esta compuesto por 750
diputados, poco pueden hacer los que nos tocan como nación.
Bien, si
lo miramos desde esta perspectiva, la conclusión, sería llegar a
unos acuerdos, que nadie perdiera y todos pudiéramos salir ganando,
con una imagen de unidad, que le diera la puntilla al vi-partidismo.
Para ello los dirigentes de IU y los de los movimientos sociales como
Podemos, tiene que ser generosos, y hacer el esfuerzo que se
requiere. De no hacerlo, yo también estoy en mi derecho de
considerar que no existe transparencia y que los dos van a cosa
hecha. Para posteriormente poder acusarse de la culpabilidad de los
resultados que se puedan obtener. En cualquier caso yo apuesto por
fortalecer IU y si se da la unidad, miel sobre hojuelas.
Antonio
Montero Zarco
4 de
febrero de 2014
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