Cuando
la bestia esta dañada de muerte, es capaz de reaccionar de forma
incontrolada por ser consciente que su existencia tiene el tiempo
limitado. Se puede argumentar por parte de quienes ostentan el poder,
que sus cambios de formas en la gobernabilidad, lo hacen para
aligerar la carga que tiene que soporta las arcas públicas. Dicho
así es muy difícil no encontrar gente que este de acuerdo en el
ahorro que pretenden llevar a cabo.
Lo
que tenemos que entender, es que detrás de ese supuesto ahorro, lo
que se esconde es como perpetuarse en el poder, porque como ya he
dicho en muchas ocasiones, el capitalismo no puede permitir mermar la
cuotas de poder que tiene sobre la clase política por que sabe que
por ahí peligra su existencia. Por todo ello, no nos debe extrañar
que el querer aligerar los cargos públicos, con el fin de debilitar
a la oposición para que ellos pueda hacer y deshacer a su antojo.
No
es un capricho, que con la ley de la reforma de las administraciones
públicas, dejen sin contenido las competencias de los ayuntamientos.
Por que de lo que se trata, es sencillamente, de alejar el poder de
participación de los ciudadanos. Es más, se quedan con el área de
los servicios sociales, no para hacer una mejor gestión en los
ayuntamientos, sino para consolidar el favoritismo como lo están
haciendo con las ayudas a la dependencia. Ayudas que hemos visto
estos días que han ido a parar a personas cercanas a los dirigentes
de la Generalitat, más concretamente a la familia de Sñr Cotino.
Como
es sabido, con esta ley de régimen local, también se prevé el
bajar el numero de concejales, así como delimitar el salario de los
mismos, en aquellos lugares que cobren de las arcas municipales. Con
el fin de que solo se puedan dedicar a la política los que tenga una
pensión para poder vivir, o los que tengan una gran cantidad de
dinero que nos les haga falta ese salario para sus necesidades.
Porque
detrás de todo esto, estarán las prebendas que por adjudicación de
obras y servicios, los empresarios están siempre dispuestos a
recompensar, de ahí todos los casos de financiación ilegal de los
partidos políticos, y algunos bolsillos de revote, es decir, si
consiguen reducir a la mínima expresión a la oposición, el
caciquismo que ya se viene practicando en muchos municipios y en las
diputaciones sera la tónica general de la reforma de la ley
electoral que pretenden hacer a nivel general del estado y la
remodelación del Parlament valencia que pretende llevar a cabo el
President Fabra.
No
hay que olvidar, que fueron los Populares, quienes incrementaron el
número de diputados que ahora quieren suprimir, porque entonces,
había más pastel a repartir, y ellos sacaban la mejor parte, ahora,
lo hacen para no perder la mayoría que tienen.
Nos
vende el President Fabra, que con la reducción de diputados nos
ahorraremos, 1. 387 440 euros anuales. Eso a nivel económico, Pero
se olvidad de El
número de altos cargos (desde consellers hasta directores
generales), más los subdirectores generales —nombrados a dedo
entre los funcionarios jefes de servicio—, asesores y jefes de
gabinete, ascienden
a 302 plazas.
Antes de los cambios que acometió Fabra, tras la dimisión de José
Manuel Vela, eran 265 los puestos de confianza en la Generalitat.
Se
le olvida, decirnos que los directores generales con su remodelación,
pasó de 82 a 111 por el aumento de directores territoriales, además
en el caso del President, por residir en valencia siendo de fuera
percibe 10.000 € al mes, para vivienda, lo que es igual a 120.000
€ al año.
Fabra
tiene a sus disposición, 21 personas. Los 16 asesores 3 conductores
y dos secretaras, el jornal de estas personas para el presente año
es de 48.000 € de sus secretarias particulares hasta 29.000€ del
más mal pagado de los asesores. Encontrándose entre los nombrados a
dedo el que fuera su cocinero personal que lo repesca como asesor. En
total el Consell tiene 188 cardos nombrados a dedo sumando puramente
políticos desde el conseller hasta el secretario genere¡al y otos
eventuales nombrados discrecionalmente por el President.
Puestos
a reducir cargos, se tendría que tener en cuenta, el numero de
personas que ocupan las diputaciones, solo en cargos de confianza,
Alicante tiene 44 asesores, Valencia 37 y Castellón 35 lo que suman
116, mientras que el numero de diputados es de 88 con un salario
medio de lo 73.136 del presidente Rus, hasta los 63.785 de los
diputados.
Que
alguien haga las cuentas de lo que nos ahorraríamos si se
suprimieran estas tres diputaciones. Para tener una idea, los 16
asesores del PP en la diputación de valencia, cuestan 578.771, y los
de la oposición 384.333 €
En
cuanto a la reforma electoral, de elegir un tercio por
circunscripciones, respondería a una representación geográfica,
demográfica y cultural, de las comarcas valencianas Para que todo
los valencianos estuvieran representados de forma directa. Este
reforma que quiere imponer Fabra, es como decía al principio, el
quererse asegurar la gobernabilidad de la Generalitat, porque cuentan
con que ese tercio de diputados los ganarían ellos. Una reforma de
este tipo, no se puede plantear por higiene democrática, a menos de
10 meses de la elecciones autonómicas y municipales si es que antes
nos las adelantan. De hacerlo seria una cacicada como la realizada
por Cospedal en Castilla la Mancha.
A
todo esto se tendría que añadir la reforma que pretende Rajoy, con
la elección de los alcaldes que sea la lista más vota, sin tener en
cuenta que una lista con un 35 % no se puede imponer al 65 %
restante, esto no deja de ser otra cacicada del Gobierno, para
perpetuarse en las administraciones y hacer y deshacer a su antojo.
Estas
reformas, de hacerse cuando se hagan, tiene que ser con el consenso
de todas las fuerzas políticas y en un periodo lejos de contiendas
electorales para hacerlo con serenidad. Donde haya un verdadero
debate de ver las necesidades reales que necesita la población.
Claro que esto es como hacer un brindis al sol, porque no creo ni
confío, que el partido popular tenga el talante necesario par este
tipo de acuerdos.
Dicho
esto, quiero hacer una reflexión a las fuerzas políticas de la
izquierdas. No pueden permitir, a nivel general del estado que
Rajoy se salga con las suyas, ni que Fabra haga lo propio en esta
comunidad. En esta ocasión, el pueblo valenciano, tiene que ser
parte activa de cualquier cambio que se quiera llevar acabo de estas
características. De no ser así, sera hurtar la libertad del pueblo
siendo que es éste, el que debería decir cuales son las formas con
las se tiene que funcionar para la convivencia de todos los
valencianos.
Antonio
Montero Zarco
2
de agosto de 2014