miércoles, 1 de octubre de 2014

UNA CUESTIÓN DE PRINCIPIOS Y DE CLASE



El capitalismo es también una maquina de crear problemas, desfigurar  la realidad y  orientar a la opinión publica de lo contrario que se debería hacer.
A veces nos toca  hacer lo mismo que el herrero que,  machaca el  hierro sobre el yunque hasta darle forma, otros nos toca repetir miles de veces una idea, para que se reflexione, sobre la necesidad de caminar en una u otra dirección. Siempre en la dirección de la clase trabajadora.
¿Por qué se llega a la situación creada en Catalunya? La respuesta puede ser simple; por la inutilidad de los políticos de dar soluciones a los problemas reales de la sociedad. Pero no es por casualidad, es porque las  políticas aplicadas, han ido inequívocamente, a favorecer los interese de la burguesía. Claro que el capitalismo tiene muchas contradicciones, y chocan los intereses, en este caso del  los representantes de gobierno central, con los intereses de la burguesía catalana.
Y es que ha veces, la paja en las narices del gobierno central, no le deja ver el elefante que tiene delante por su maligna ambición de manipulación de  las decisiones que se tomen en esa nacionalidad del estado.
La crisis creada, por el imperialismo, ha tenido unos resultados, negativos para la inmensa mayoría de la sociedad. Hasta el extremo, de hacer que se haya perdido en el caso de nuestro país, los derechos conseguidos por muchos años de lucha de la clase trabajadora. Dicho esto, si esta clase que supo luchar contra  el régimen del dictador, por sus derecho y libertades, fuera consciente que es ella, la que tendría que capitanear el proceso de cambio en Catalunya, la parálisis que se esta sufriendo en la recuperación de todo lo perdido, no estaría centrada en la autodeterminación que proclama la burguesía mafiosa catalana, que jugando con los sentimientos culturales, del “poble” catalán quieren una auto determinación para seguir oprimiendo a la clase obrera. Y la ceguera represiva del gobierno opresor, esta decantando que miles y miles de trabajadores opten por a liarse con esa burguesía catalana huyendo, de la situación que representa el gobierno del partido popular. Sin darse cuenta, que las políticas que defienden los nacionalistas, también están basadas en lo recortes sociales y el estado de bienestar.
Yo sostengo que tanto lo que ocurre en Catalunya, como en el resto del estado, es una lucha de clases que como decía anteriormente, en el caso de de poble catalán, juegan un papel muy importante los sentimientos de sus formas de ser. Porque nos tendríamos que preguntar, si los catalanes, están de acuerdo en pasar por alto la corrupción puesta al descubierto por el que fuera el Mol honorable President. Tendríamos que preguntarnos, si los recortes  sociales que se han practicado, los damos por perdidos y si eso es lo que quiere ese pueblo que forma la V de votar, y que por la ceguera del gobierno del PP no permiten ejercer ese derecho.
Según mi opinión, eso que se dice en la constitución que la soberanía radica en el pueblo, es una farsa. Sin embargo, si el pueblo soberano, se planteara llevar acabo el cambio que democráticamente decidieran, sobra toda la clase política que ha estado implicada  en los destinos del estado en los últimos 30 años. Por una razón, están contaminados, de prejuicios y al servicio de los dueños de los dineros.
Por todo lo dicho, yo hecho en falta, la posición de los sindicatos  de clase, en esta asunto. Por sostengo que la lucha es de clases, y esto no lo he inventado yo, es ya un clamor en los analistas de la situación política, los que sin tomar partido, consideran que es lo que esta en juego. Porque como sino, se desarrollan tertulias televisivas, columnas de opinión en todos los diarios nacionales hablando de la cuestión de Catlunya. Si el mismo tiempo que se gasta en estas tertulias y opiniones, se dedicara a hacer propuestas para dar respuesta: a los parados, a los jóvenes, a los de pendientes, a la sanidad, a perseguir la corrupción, a dotar la enseñanza publica de los recursos que necesita, estaríamos dando respuesta a la cuestión nacional de Catalunya y del Estado opresor.
Por lo tanto, como lo que esta en juego es una lucha de clases, por principios estaré en contra de todo lo que signifique la división de la clase obrera, porque nos guste o no, estas expresiones, se continuara utilizando mientras en  el mundo, haya explotados y explotadores, la sociedad esta  dividida en dos partes, derechas he izquierdas. No se puede ocultar esta realidad, porque los intereses chocan de frente, en una parte están los opresores y los corrupto, en la otra se pretende que los bienes que se producen y los recursos naturales estén al servicio de la sociedad, y no que la sociedad este al servicio de los interese del capitalino.
Antonio Montero Zarco
Valencia 1 de octubre de 2014

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