Es
evidente que pertenece al pasado a floración de lideres de la
política y del sindicalismo. No voy hacer ningún relato de los
hombres y mujeres que marcaron unas tendencias en el siglo pasado
porque la lista sería interminable.
Es
evidente que existían diferencias y de ahí el enfrentamiento
ideológico. Porque una cosa tiene que quedar clara, mucho antes de
la aparición del manifiesto comunista, ya existía la lucha de
clases. El manifiesto, lo que hace es clarificar a que sector social
pertenece cada uno y se dividen en dos, explotados y explotadores o
capital y trabajo. Esto ha llegado asta nuestro días, pero con la
perdida de respuestas para sacudirse de las esporas del capitalismo.
Hoy
nos encontramos con las mismas contradicciones entre trajo y capital,
pero con un predominio de los explotadores sobre las clases medias
bajas y el resto de trabajadores. Y falta que salga el “Mirlo”
blanco capaz de aglutinar y encauzar el descontento general en un
movimiento capaz de hacer que sea la política quien marque el rumbo
de los destinos de la sociedad. Y remacho lo de la política, porque
a sus “dirigentes” los eligen los ciudadanos, a los grupos de
presión de la economía se eligen entre ellos y si puede ser a los
más desalmados.
Con
la aparición de los nuevos dirigentes en la escena política que en
nada se parecen a ese “Mirlo” blanco al que hago referencia.
Estos “partidos” o movimientos emergentes no recogen las
necesidades del cambio real que necesita la sociedad. No es
suficiente con acabar con las puertas giratorias, y regenerar la
higiene política, que es importante, porque lo que hace falta es un
cambio de sistema, un cambio de régimen, para ello lo que sobra es
el fraccionamiento de las fuerzas progresistas y de izquierdas, si no
todo lo contrario, aglutinar , unir en un mismo proyecto estas
sensibilidades, sin temor a ser identificados por la idea de la
izquierda, lo contrario cae en la ambigüedad sin definir claramente
lo que realmente se quiere conseguir. Por lo tanto, la falta de ese
“Mirlo” blanco abona el ambiente para ese fraccionamiento de la
izquierda. Ha esta situación contribuye de forma muy significativa
los medios de comunicación.
Sin
lugar a dudas quienes están dirigiendo los movimientos de los
partidos emergentes son los poderes económicos a través de sus
medios de comunicación, por ejemplo, ¿Quien a subido a Podemos a
lo más alto de las encuestas? Los mismos que ahora le baja la nota y
la suben a Ciudadanos. Para ello cuentan con sus tertulianos,
comentaristas y columnistas, para influir en la opinión publica y
hacer que cambie la orientación del voto.
Es
decir, son los medios y los poderes económicos quienes quienes
deciden quienes tienen que ser los lideres que estén al frente de
estos partidos emergentes y también de los partidos clásicos, o de
la casta como gusta decir algunos. ¿Porque quien conocía a los
dirigentes de Podemos hace tan solo un año, o Albert Rivera fuera de
Cataluya? Esto justifica que los dirigentes son fabricados por los
mismos que blanquean cientos de miles de millones y recorta los
derechos conseguidos. ¿Que hacer ante esta situación?
Primero
que los dirigentes de la izquierda y los de Podemos tendrían que
buscar lineas de entendimiento si realmente se quiere un cambio.
Cambio que tiene que decidir el modelo de estado, un cambio que
derogue las leyes que han servido para recortar derechos sociales y
libertades, en la educación , la sanidad, las pensiones y un cambio
en la reforma electoral Si los dirigentes tuvieran la generosidad y
voluntad de llegar ha estos acuerdos, serían dignos de ostentar el
titulo de dirigentes de no hacerlo no pasaran de ser hombres que son
instrumentalizados por los poderes económicos y que si hoy estarán
en la cresta de la hola será mientras les sean útiles, siempre
contando con el permiso del Imperio.
Antonio
Montero Zarco
17
de marzo 2015 Palma de Mallorca.
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