SON MALOS, ES MALA GENTE
La OMS, ha afirmado que la
pandemia de la Covid 19 no ha sido inventada en ningún laboratorio. Esto aclara
que toda la basura informativa y de protesta por parte de partidos políticos es pura y
llanamente una estrategia para debilitar al adversario.
La pandemia ha puesto de
manifiesto la división entre clases sociales. Una vez más la oligarquía
económica, antepone sus intereses al sufrimiento de las personas. Tú puedes ir
a trabajar, pero no puedes salir de casa para tomar un café en la acera de
enfrente. Por lo tanto lo que está en juego, no es la salud de los ciudadanos,
sino los intereses de los empresarios y quienes los defienden sin ningún tipo
de escrúpulos.
Otro de los asuntos que ha
quedado al descubierto, es que Madrid es España, y España es Madrid. Esto no lo
he inventado yo se ha dicho muchas veces por parte de la incompetente
presidenta de esta comunidad y quienes le aplauden. Claro está que de ahí
parten todas las carreteras del Estado, todos los trenes y las terminales del
sus aeropuertos, pero esto no justifica que todo el resto de la nación tenga
que estar supeditada sus caprichos.
¿Porque no se puede hacer el
confinamiento en los barrios obreros? Porque en su día los carroñeros del
ladrillo, y las casitas de Instituto Nacional de la Vivienda. no construían
casas para vivir, construían alojamientos para los desertores del arado que
acudían a las grandes ciudades a la llamada de aquellos delirios del llamado desarrollo de los finales de los años 50 y los 60 del siglo pasado para
deshacerse del hambre que dejaban en los barbechos.
Pero quisiera destacar que
aquel desarrollo, fue gracias al sacrificio de más de tres millones de
compatriotas que se vieron obligados a coger la maleta e inmigrar en busca de
“fortuna” sí, aquel dinero que mandaban a los familiares que habían dejado de
tras, fue el verdadero motor del despegue del tercermundismo que se vivía en la
Empaña de la dictadura, dueña de los que dieron el golpe contra la República
legalmente constituida.
Bien, esta pandemia, está
visualizando las diferencias sociales en todos los lugares, con mayor relieva
en esa España centralista que pone de manifiesto, como ha actuado toda la
oligarquía económica a lo largo de los
tiempos.
Todos aquellos Duques,
Marqueses, Condes, Vizcondes, Barones, Señores y Terratenientes, las grandes
empresas surgidas, algunas, durante la guerra y otras en la posguerra, las
mismas que utilizaron la mano de obra gratis o casi “gratis” de los presos
republicano condenado en los batallones de trabajo, son los mismos que han concentrado todo el poder empresarial
y económico en esa España madrileña, y en esa madrileña España.
Decía que se habían
construido casas para dormir, no casas para vivir, estas no están construidas
en los barrios ricos de la ciudad, en esos barrios donde la periferia no puede
ir a tomar un café. Fueron construidas en la periferia, en lugares desérticos
de toda vegetación y sin los servicios que eran necesarios.
Se tuvo que esperar a la democracia para que
las nuevas corporaciones municipales las dotaran de los servicios que hoy
tienen. Pero no pusieron un servicio de transporte público, que hoy es uno de
los focos más importantes de la expansión del Covid19.
Otro asunto no menos importante
es el por qué esa España centralista se opone al reconocimiento de la España
plural. Ignorando, o intentado de desacreditar a estas nacionalidades. Por ello
si echamos un vistazo, a la periferia geográfica del estado, nos encontramos
con unas nacionalidades históricas que a pesar de las maniobras dictatoriales
del régimen franquista, no han sucumbido
las pretensiones de los centralistas económicos de España de Madrid aunque
muchas veces sus intereses son los mismos.
Hubo intentos, y continúan
habiéndolos de desposeer de algunas industrias punteras ancladas en el País vasco y en Catalunya,
para hacerles pasar por el aro. Pero ahí tropezaron con el acero de los
sentimientos nacionales de esas regiones. Y aunque consiguieron expropiar
algunas industrias como por ejemplo, la
Hispano Suiza atraves del INI, para venderla luego a precio de saldo, lo mismo
qué desmantelaron la siderurgia del
AHM, (Altos Hornos del Mediterráneo) vendieron
la empresa Nacional del Cano y desmantelaron sus astilleros en la comunidad
valenciana, a cambio de enviar unos millones de turistas alemanes a disfrutar
del sol de nuestra costas para compensar las pérdidas que suponía la
desaparición de estas industrias.
Pero
tanto la burguesía Vasca y catalana, entran en contradicción con esos
terratenientes de la capital del Estado, porque se aferraban a no perder sus
privilegios como clase dominante en sus territorios.
No pasó lo mismo con la
burguesía valenciana a la hora de defender los interese de esta comunidad. Se
desmanteló la industria pesada valenciana por ser sus burgueses sirvientes del
centralismo madrileño.
Quiero hacer una aclaración, cuando estoy
hablando de los centralistas madrileños, en ningún momento me dirijo al pueblo
de Madrid, a los trabadores madrileños, a los que van aplastados en los
transportes públicos y a los que realmente son el sostén productivo de esa
región.
Toda esta retahíla de
argumentos, es sencillamente para poder entender, como y porque los barrios
populares y los pueblos colindantes a la ciudad de Madrid y otras muchas
ciudades, no tienen esas casas donde poder guardar la cuarentena en caso de
contraer esta maldita pandemia, u otras parecidas, ocasionada por el
crecimiento descontrolado, no solo en la ciudad de la España de Madrid, sino en
todo el planeta.
Ese afán de concentrar tanto el poder
económico como productivo y político, es lo que ha ocasionado el vaciamiento de
eso que se llama la España rural, dando
lugar a la masificación humana de las grandes ciudades, donde han aflorados las
bolsas de marginación de esos desheredados de vivir amontonados porque nunca
estuvo en las previsiones de esa maldita oligarquía el bienestar de los
ciudadanos. Para ellos solo son carne de trabajo que se desechan cuando no hacen
falta, y de esta forma al haber una bolsa
tan inmensa de parados que consiguen mano de obra barata, y sin
derechos.
He aquí todo lo relacionado
con la maldita pandemia. Pero no seria justo cargar toda la responsabilidad en
esa oligarquía financiera de nuestro país, ahí van de la mano con todas las
multinacionales del planeta tierra, causantes del cambio climático por su
contribución de enviar tanta contaminación de Co2 a la atmosfera. Si
esto no se corta, no será la última pandemia que suframos si es que somos
capaces de deshacernos de esta, por eso del título de esta opinión, son Malos
es mal Gente.
Antonio Montero Zarco
1de octubre de 2020