Queridas nietas Andrea y Érika: Soy consciente de que todavía no entenderéis el contenido de esta carta.
En cualquier caso os pido disculpas, por no haber estado ha la altura de las circunstancias y haber luchado para evitar el que cuando seáis mayores no podáis cobrar lo que los abuelos de todas las niñas que conocéis y van al colegio con vosotras, estamos cobrando en la actualidad.
Estamos en un mundo, que los que realmente gobiernan, son los bancos y los mercados financieros. Culpables sin ninguna duda de todos los males que padece la humanidad. Para que os hagáis una idea, de porque esta afirmación. Hace 9 meses el Presidente del Gobierno, decía que nunca tocaría las prestaciones sociales. De esas afirmaciones, ha pasado a imponer los recortes más duros para los trabajadores desde la era democrática. Es decir de cuando nació el papa.
Pero esto no es todo, hace 5 días, los dirigentes sindicales decían que no aceptarían el que las pensiones, se alargaran más allá de los 65 años que rigen en la actualidad.
Lejos queda aquellos tiempos en que el abuelo y muchos otros, luchábamos por las libertades que hoy están limitando y por las jubilaciones dignas y que no sobrepasaran los 65 años, y 60 y menos, para actividades penosas.
Se puede entender, que no compartir, que los gobiernos que están al servicio de los bancos, los especuladores financieros y los mercados. Que cedan a sus presiones por la falta de las raíces ideológicas que dicen representar. Esto es mentira pura y dura, porque en nombre de la ideología se cometen las barbaridades más descaradas como lo demuestran los recortes que imponen.
¿Pero quien presiona a los sindicatos que se denominando clase para ceder a las presiones de los gobiernos? De este gobierno. ¡¡Veis como es muy difícil el que me entendáis! Por ello vuelvo a pediros disculpas, y no haber previsto que los dirigentes sindicales lleguen a desclasarse no se sabe porque razón.
La mayor de vosotras, se que esta en condiciones de leer esta carta, pero como decía antes, no la entiendes. Claro que el abuelo, tampoco lo entiende muy bien. Soy tonto. O por lo menos esa es la sensación que tienen que tener los políticos y los sindicalistas de las gentes para tratarnos como lo hacen.
Piensan que no entendemos nada y se nos puede engañar, de ahí el porque las ansias y las prisas para aprobar unas leyes, que recortan los derechos conseguidos por todos aquellos que fuimos represaliados por luchar por una sociedad más justa y más libre, que en estos últimos años vemos como se ha limitado.
Influidos por una serie de informadores que no han dudado de vender sus plumas al gran capital para que con sus árticos y opiniones tengan como meta el en gañar a la opinión pública y hacer que gentes de buen hacer sean tratadas como tontas y no nos demos cuentas de que con sus reformas lo que persiguen es hacer que los poderes económicos tengan mejores condiciones para oprimir más a los trabajadores como el papa, y los papas de vuestras amigas.
Para que os hagáis una idea del sentido de mi carta. Con esta reforma que entrará en vigor progresivamente en dos años. El papa, tendrá que estar trabajando, hasta los 68 años sin perder ni un solo día en su trabajo, y perderá con relación a su último salario más de 350 € al mes.
Como podéis ver, cuando os hagáis mayores, no solo perderá los 350 € sino, que no podrá jugar con vuestros hijos si es que los tenéis, porque tendrá que trabajar. Por ello, a lo mejor no es aconsejable que tengáis niños cuando seáis mayores, y de esta forma, esta carroña que representan los banqueros, especuladores y el comercio, no puedan explotar a nadie.
Por todo ello cuando se pasen algunos años, y os veáis en la necesidad de salir a la calle para romper las costillas de estos criminales y hacer como decía aquel poeta del pueblo.
A la calle que ya es hora/ de pasearnos a cuerpo/ y hacer que la banca vaya/ directamente al infierno/ Enterrar a los mercados/ porque el poder desde ahora / si que radica en el pueblo. Si vivo contar con migo/ para que haya gobiernos/ que en vez de estar con la banca/ estén y sean del pueblo.
Os quiero mucho a las dos. Andrea y Érika.
Antonio Montero Zarco.
Valencia 28 de enero de 2011