35 mil collidors
Como todo, los sistemas políticos también se quedan obsoletos, envejecen porque los componentes están ensimismados y se aferran a los sillones del pode para preservar sus privilegios.
No cuentan las ideas, porque no se tienen, y los que las tienen, son las ideas de los mercados la banca y las multinacionales. Ocupan gobiernos sin ser elegidos, representan los intereses de los organismos internacionales, que han causado las desigualdades, cada vez más acentuadas que tiene la sociedad.
Otros callan, para no incomodar y tener la opción de poder entrar en el reparto de la tarta. Para muchos, si los gobiernos se proponen gobernar, les llaman intervencionistas, pero si los poderosos, intervienen en las decisiones gubernamentales, eso no cuenta, es un derecho democrático.
En cualquier caso. Unos y otros, poderoso “Don dinero” y gobiernos, por mucho que digan, nunca cuentan ni el 10% de la verdad de todo lo que acontece en la vida de las personas, que diariamente hacen que el mundo siga girando y produciendo lo que muchos de ellos no tiene derecho a comer.
Si intentaran, aunque fuera por una sola vez, meterse en la piel de un albañil, mecánico, carpintero, fundidor, y un largo etc.… de profesiones, aguantar las escarchas de la mañana, para recolectar las aceitunas, o las naranjas en este caso, estoy convencido, de que las cosas discurrirían por otros derroteros.
Solamente, en la comarca de las Riberas, y la Safor detrás de los treinta y cinco mil collidors, se encuentran otras tantas personas, pendientes de esos jornales a la baja que firman las centrales sindicales que se dicen de clase (UGT) recortando derechos y salarios.
Pero siendo verdad, que son muchas las presiones de la peatonal especuladora de los cítricos, se une la inhibición, de los poderes políticos en dejar en manos de estos nuevos esclavistas, los destinos de esos miles de jornaleros y sus familias.
Estamos entrando en una etapa que las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) están asumiendo, una responsabilidad, que corresponde exclusivamente a los Gobiernos.
Abdicar de esta responsabilidad, significa, que se esta creando una nueva clase de esclavos, convirtiendo las oficinas de estas empresas en las nuevas “engreirás” donde poder comprar a los esclavos que necesitan para les faenas, ya sean de unas horas, días, o semanas. Donde los hombres no tendrán voluntad propia, por el miedo a no ser contratados si reclaman algunos de sus derechos laborales conseguidos con mucha lucha y sacrificio.
Vistas así las cosas, todos los Ayuntamientos de las comarcas afectadas, tendrían que exigir, al Gobierno y la Generalitat, la supresión de estas ETT que se dedican a esclaviza a nuestra gente. Que en primer lugar, no se contrate a nadie que no sea del terreno, y en el segundo caso, que los salarios sean igual para todos sean del color que sean el de su piel o el país de origen.
De inhibirse del este asunto, se estarán creando bolsas de marginalidad, convirtiendo a nuestros compatriotas, en lumpen proletariado, haciendo que se creen zonas deprimidas, dando pie a los robos, el estraperlo de la droga y la delincuencia. Esto será si no se ataja en tiempo y forma, una de las gangrenas de la nueva sociedad.
Antonio Montero Zarco
Sumacàrcer 4 de diciembre de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario