domingo, 17 de febrero de 2013

ACABEMOS CON LAS DIPTACIONES



Por si faltaba algo, dentro de las negociaciones económicas que se están llevando en la UE hay que añadir las exigencias de los dirigentes europeos para  la conclusión la reforma del sistema bancario,  los interrogantes sobre las estructuras institucionales, la reforma de la administración local, y la reforma del Banco de España.

No es pues una casualidad que el gobierno haya planteado la modificación de la Ley de Bases de Régimen Local con el Ante Proyecto de la Ley para la Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local.

Esto obedece a una demanda de la patronal y las instancias Europeas concretadas por el presidente de la CEOE con el despido de 400.000 funcionarios, para hincar el diente a una parte de la tarta de la administración. Si sobra alguien, son empresarios como Díaz Ferran, y  esperemos que su sustituto, no acabe como su precesor.

En esa ley que prepara el Gobierno esta previsto la suspensión de las entidades locales menores y las Mancomunidades Comárcales de los municipios. Sin embargo se mantienen las diputaciones provinciales producto del antiguo régimen. Desde el momento de la creación de los Estatutos de autonomía las diputaciones no tenían sentido de ser dado la organización comarcal, que a demás recoge el articulo 65 del Estatuto de autonomía en su punto 2 donde recoge; que las entidades locales se podrán agrupar para la prestación de servicios y gestión de asuntos comunes.

Las mancomunidades comárcales están cubriendo un papel y dando unos servicios que de no ser así los ayuntamientos por si solos no podrían dar. Es por ello que alcaldes de todos los colores están por su mantenimiento como es el caso de la Ribera Alta donde por unanimidad, se aprueba su mantenimiento.

Sin lugar a dudas, las mancomunidades, son más  representativas que las diputaciones. En ellas se refleja con más claridad la pluralidad políticas que existen en las comarcas, ello las hace más participativas, por estar más cerca del ciudadano.

 Pero se tendría que modificar su funcionamiento, y que la forma de votación no fuera ponderada, ya que no refleja esa pluralidad  de sus componentes. Se da la contradicción que un alcalde vote a favor o en contra de lo que se debate, y que con su voto, lo haga  representando, hasta de cuatro formaciones políticas.

 En cualquier caso con un poco de buena voluntad se podrían modificar su funcionamiento sin que eso alterase los resultados de la mayoría. ¿Por qué ese interés de la suspensión de estos organismos, y no se plantean la suspensión de las diputaciones? Como he dicho anteriormente las mancomunidades son más participativas, y a los socios europeos, no les gusta.


 Como tampoco les gusta la situación de casos de corrupción que se dan en nuestro país, porque ponen en peligro el bipartidismo que consiguieron imponer en la transición,  tienen miedo, a que nos desconectemos de la política, y por el
retroceso en los sondeos de los dos grandes partidos, nos podía llevar a la formación de un gobierno multicolor y poner en peligro la estabilidad del euro.

Se tiene que suprimir, las diputaciones. Estas, están haciendo un uso del dinero público con el criterio de favorecer aquellos pueblos gobernados por el partido en el poder. A veces también se utiliza ese dinero público para invertir en pueblos donde no gobiernan y hacer que pueda cambiar la correlación de fuerzas en su no beneficio.

Tal es el caso de la ampliación de la carretera de Sumacàrcer que a tenor de una hoja repartida por los populares de éste pueblo, haya sido uno de sus concejales el que ha conseguido el que la obra se lleve por fin a cabo. No cuenta para nada el proyecto presentado en octubre del 2008 ni las ciento de patadas de aquella corporación y solo cuenta las “camallades”  que ha dado el concejal del PP, en la Diputación para conseguirlo, y haciendo de lazarillo del responsable de la empresa constructora, indicándole los caminos por donde poder desviar el tráfico para los residentes en el pueblo, cuando esto corresponde al equipo de gobierno municipal.

 Esta actividad del concejal del PP  y como consta negro sobre blanco en la hoja informativa que han repartido, como, es el “comino peatonal” del pueblo hasta el cementerio, que se agilice la subvención a los amigos de  la Ermita y la concesión de unas subvención a la Banda de Música por parte de Excelentísima Diputación  ha sido por su gestión. Informando con  la exhibición en un pleno municipal con un sobre donde comunicaba que su contenido, era la concesión por parte de presidencia de la diputación de subvención especial a la asociación AECUS 1500 € que había conseguido por su gestión, este comportamiento,  roza con una posible prevaricación que si fuera investigado por la fiscaliza podría resultar unos hechos muy grabes.

Por lo tanto en ese anteproyecto del Gobierno, por la Racionalización y la Sostenibilidad de la Administración, tienen que llevar parejo la supresión de las diputaciones. Como ejemplo diré que entre las tres Diputaciones, tienen 89 diputados y 130 asesores. Esto significa mucho económicamente para las arcas públicas  valencianas.

 Es un tema que se tiene que plantear los dos partidos mayoritarios ya que en otros momentos era una de sus propuestas políticas en su respectivos programas. Me consta que el  cambio  de posición depende de quien ostenta la presidencia. También me consta que en los dos partidos hay gente en contra de esta institución.

 Por ello, los socialistas y los descontentos del PP que en privado te lo reconocen,  tienen que definirse de una puñetera  vez, de cual es su posición con el tema de la supresión de las diputaciones. Ya que es un organismo que se ha utilizado para proteger aquellos pueblos donde tenían alcalde de su partido. Tenemos  que rechazar  que se compren  voluntades  con el dinero público, de continuar así, la libertad y la democracia corren un grave peligro.

Antonio Montero zarco
10 de febrero de 2013



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