domingo, 10 de marzo de 2013

UNA DICTADURA DEMOCRATICÁMENTE ELEGIDA





Decía el otro día que en la transición no se hicieron todas las cosas bien. Hoy me reafirmo en lo dicho, y así fue.  La historia, se hace todos los días, pero no se escribe los pormenores que acontecen. En el día ha día, se escriben las noticias pero no se analizan en profundidad. La historia siempre se escribe, muchos años después de  haber ocurrido los hechos.  A veces  nos encontramos escritores que van preguntando a testigos directos para enterarse de lo que aconteció en tal o cual época y se escribe según  el pensamiento del escritor, de ahí que los mismos acontecimientos tengan varias versiones, una muestra de ello, la transición de los años 70.

¿Que paralelismo existe entre el régimen de los años 70 de Siglo pasado, y la actual coyuntura política?  Los decretos prevalecen en la forma de gobernar. Es el gobierno quien decide, no es el congreso, y aunque así fuera que éste decidiera, también en esos días del pasado había unas cortes, que avalaban los decretos del dictador. En cualquier caso los críticos con aquella época tienen que pensar ahora cuales son sus propuestas para salir de este atolladero.

Pero vallamos al asunto. En aquellos días las clases populares le arrebataban al régimen derechos laborales. En estos momentos el régimen, restringe estos derechos. Las luchas populares, conseguían mejoras en la sanidad, hoy el Gobierno recorta esas mejoras y privatiza servicios. Los despidos estaban prohibidos si no eran por causas muy justificadas, como robar, reñir con los compañeros, porque si lo hacías con el encargado te metían en la cárcel. Hoy te despiden porque las empresas  declaran perdidas si no tienen los beneficios deseados.   

Al régimen  le arrebatábamos derechos  y conseguíamos libertades, a pesar de tener ministros que decían que la calle era suya. Hoy como entonces filtran policías en las manifestaciones para provocar y justificar métodos represivos que se pensaba que pertenecían al pasado. 

A pesar de todo, después de ver todas las manifestaciones que se están desarropando en toda la nación. A pesar de ser la calle de los manifestantes. El gobierno está sordo, no atiende al sentir de de los ciudadanos, y hace decreto tras decreto para ir limitando los logros conseguidos  por las luchas llevadas a cabo, por unos “cuantos” que teníamos claro la necesidad de terminar con aquel régimen.

Se ve pues, el paralelismo  entre la dictadura impuesta tras arrebatar  la libertad al pueblo con un golpe de estado, y la dictadura que ha dado al régimen de Rajoy la mayoría para ponerla al servicio del capitalismo y  tomar nuevamente la  revancha   para arrebatar de derechos y libertades.

En aquella dictadura, el régimen, era más “nacionalista” que el actual. Aquél tenía bajos su paraguas, parte de la Banca, las eléctricas, los carburantes y la gestión de  las aguas. No era porque fuera más bueno, necesitaba, ser el dominante de esos recursos, para atenazar al pueblo bajo su férreo puño de hierro.

En esta dictadura, que nos impone la mayoría de Rajoy no le importa nada la soberanía nacional, y todos estos recurso, los ha abandonado, aunque otros gobiernos abrieron las puertas a las ventas de todo lo público. Este gobierno  esta dejando la soberanía nacional a merced de la banca y las ansias especulativas de los mercados financieros y la Merkel.  Y su dictadura es sin lugar a dudas, el terminar con todo lo que se consiguió tras la caída del dictador, que no su régimen.

Esta reflexión, me hace llegar al paralelismo, con los opositores al régimen de ahora y de antes. Si se escribiera la historia  como va transcurriendo día ha día, y no cuando pase un tiempo de 45 años los que analicen la situación, tendrían más causas para enjuiciar, el por que los que estamos aquí y ahora, permitimos la continuidad de esta dictadura elegida democráticamente.

Porque cuando se hace un análisis a  toro pasado como  se dice en los términos taurinos, las cosas son de diferentes formas de  como ocurren en la actualidad.

Por ello, yo no acepto, ciertas criticas que se hacen  aquella transición, porque yo estaba allí, y se las dificultades que teníamos y por las cuales, no se hizo como estaba planeado. La gente tenía miedo a la represión, ésta era evidente, tenían motivos para ello, hoy, a la gente se les baja los salarios y lo aceptan, ¿Porque  los trabajadores lo aguantan y no se revelan ante tales injusticias? He aquí pues un paralelismo de lo que significa la represión, y sin embargo no se hace la ruptura con esta dictadura. ¿Dónde están los que permiten esta situación y critican los fallos de aquella transición?

Cuado se vuelva ha escribir la historia dentro de otros tantos años, reprocharan nuevamente,  que la ruptura con el régimen de Rajoy tampoco se hizo, que                   no fueron las masas populares, quienes le hicieron  que abandonara el poder haciéndole convocar  nuevas elecciones, y aprovechar estas para hacer una verdadera ruptura con todo el pasado,  recuperando la soberanía nacional, creando un estado laico, donde la iglesia deje de un vez para siempre interferir en las cuestiones del estado. Y que el pueblo soberano, decida si quiera la continuidad de la monarquía o prefiera una republica.

  Los que escriben la historia,  los críticos con la transición de los años 70, ahora tienen una oportunidad de demostrar que las cosas se pueden hacer de otra manera. Que cojan la bandera de la ruptura y nos den una lección de que se puede hacer las cosa de forma diferente. Pero que sea rápido, la gente esta empezando a pasar hambre. No es  demagogia ya se calcula que más de dos millos de niños en nuestro país, no tiene la alimentación adecuada.   
   
 ¡Basta  ya del régimen de Rajoy!

Antonio Montero Zarco
Valencia 19 de marzo de 2013

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