lunes, 25 de marzo de 2013

GOLPE A LA DEMOCRACIA Y LA PARTICIPACIÓN




La ley que prepara el gobierno para racionalización y sostenibilidad de la administración local, no deja de ser un atentado a la limitación de los municipios en su desarrollo local.

Es verdad que el Ejecutivo esta para legislar, y es una de sus facultades. Pero tratándose de una ley que afecta tan directamente al desarrollo de la vida cotidiana de los pueblos y ciudades, no estaría mal, consultar a sus dirigentes municipales, cuales son realmente sus problemas y sus necesidades. Estas consultas, en ningún momento restan autoridad al gobierno.

Esta de mostrado, que los rechazos que se dan a esta ley, no tiene color, la Federación española de Municipios y  Provincias, no comparte esta ley, no siendo sospechosa de estar en contra del Gobierno. Afortunadamente para éste, esta federación, esta formada por una mayoría muy cómoda por el mismo color político que el  del Presidente Rajoy. Por lo tanto no es una cuestión de poner dificultades al Gobierno para su desarrollo,  y si de racionalidad en la vida municipal.

Es lamentable, que se quiera regenerar la economía del Estados, recortando competencias y servicios de los ayuntamientos. Se podía estar de acuerdo, en que se tienen que poner los medios, para racionalizar, el gasto de la administración pública. Pero sería mejor empezar por uno mismo, es decir, ¿Se ha planteado el Gobierno, empezar por su seno, pasando por el Congreso de los diputados, el Senados y las Diputaciones?   De hacerlo estaría dando una buena lección de ética y austeridad. Tendría más razón para proponer cualquier tipo de recortes, sin que esto quiera decir que fueran justos.

¿Quien responderá de los servicios de guarderías que prestan los ayuntamientos cargando su coste y mantenimiento a sus presupuestos? ¿Quien se hará cargo del mantenimiento de las infraestructuras de los colegios? ¿Quien se encargaría de tener en condiciones las estancias donde los médicos pasan sus consultas? Tendrá que explicar el gobierno,  si son estas las competencias impropias o si son duplicidad de competencias.

En cuanto al baremo para cuantificar los salarios de los “alcaldes y concejales” se presta, claramente a la discriminación y confusión. Ya que el peculio, que va a percibir, esta en base, ha el número de habitantes. El más alto sería un 20 % menos que un Secretario de estado.  Y el más bajo sería el 80 % menos.  Se trata de una discriminación a todas luces. Si hablamos de una dedicación exclusiva, no es lógico, que un alcalde con dedicación exclusiva de una ciudad de 50.000 habitantes su tiempo no valga como el que su ciudad sea más de 500.000 habitantes. ¿O es que acaso las horas de este son de más duración que las del primero? Esto no se puede cortar con estas tijeras. Hace falta una base más real y “pagar” aquello que sea justo.

Cuando habla de la dotación  de puestos de trabajo cuya cobertura corresponde  a personal eventual, los ayuntamientos se deben  ajustar a unas normas.  Limitan el número de contratos eventuales según el número de habitantes. Pero en su “punto 6, las plantillas al personal eventual, se determinará atendiendo a las necesidades del equipo de gobierno local,  y  también a la representación  política de los distintos grupos políticos  en el último proceso electoral”. Estas normas se prestan al clientelismos de los partidos políticos, no valen para evitar el enchufismo y la corrupción.

Una de las propuestas más preocupantes, es que nos estemos basando en las exigencias impuestas por Europa. Esto hace que los compromisos en el cumplimiento sobre consolidación fiscal son de máxima prioridad, la administración local  también debe de contribuir  a este objetivo racionalizando su estructura en algunas ocasiones súper dimensionadas. En el fondo, lo que nos dice el proyecto, es que adelgacemos las instituciones locales, para abrir la puerta a la privatización de servicios. No estoy inventando nada. Los organismos, entidades, sociedades, consorcios, fundaciones, unidades y demás entes que estén adscritos o sean dependientes, a efectos del sistema europeo,  se les podrá meter mano. Pero quedaran excluidas,  las empresas de economía mixta o de colaboración público privada.

Por ello, sin rechazar la reforma de la administración, decía el otro día que en esa reforma, se tendría que plantear la supresión de las diputaciones. Hoy me reafirmo en esa propuesta y abogo por el fortalecimiento de las mancomunidades de municipios. Estas deben jugar un papel más incisivo en la prestación de servicios.  Todo lo contrario que propone el Gobierno de fortalecer las diputaciones. Salvo que lo que se persigue, sea la supresión de los Gobiernos autonómicos. Porque no faltan las voces des seno del PP de la necesidad de recuperar competencias que hoy tienen transferidas las comunidades autónomas.

Antonio Montero Zarco
 marzo de 2013

  


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