jueves, 10 de octubre de 2013

LA HISTORIA SE REPITE

Las comparaciones son odiosas como dice refrán.
Aveces recurrimos a ellas para ilustrar una idea.

LA HISTORIA SE REPITE

Hemos escuchado infinidad de veces los reproches que se hacen a la izquierda por sus posiciones sobre lo público y lo privado de las grandes fortunas y tras grandes cosas.
Se les hecha en cara su pertenecía a la ideología socialista “sobre el Marxismo” como una cosa anclada en el pasado que no tiene hoy ninguna validez. Sin embargo se olvidan del paralelismo con otras formas de gobernar. ¿Pero cuando hemos se a cuchado una critica de censura a su paralelismo con la derecha más reaccionaria del el pasado?

La izquierda cuando ha gobernado ha sido tímida en la aplicación de políticas de izquierdas. Ha privatizado empresas públicas y ha congelado impuestos a los más poderosos. Todo porque el reproche a su pertenencia al pasado les ha intimidado y han cedido a las demandas que la derecha recalcitrante han exigido más y más, hasta hacer creer y confundir a la gente de que todos los políticos son iguales.

Dicho lo cual tenemos que analizar, el paralelismo existente entre la derecha actual y la derecha de los años 30 del siglo pasado que formó el gobierno conocido como el bienio negro. Vemos como la historia se repite y sin embargo nadie lo reprochan y hasta esta bien visto por los poderes facticos que son los primeros que presionan a la izquierda cuando gobierna.

Podemos ver a poco que nos adentremos un poco en la historia, la copia de las políticas aplicadas en los años del pasado y la actualidad. ¿Que hace el gobierno con los derechos conseguido por los trabajadores en los últimos años? Arrebatárselos. La censura en los medios de información públicos es más que evidente, y encima cuentan con los diarios de derechas para desfigurar la realidad existente. En aquellos dos largo años del bienio negro, se impuso la censura y la persecución de opiniones discrepantes.

Paralelamente a esta censura, por el Gobierno radical-cedista y protegido por éste, los terratenientes y los capitalistas, los patronos realizaron un ataque a fondo contra los salarios de los obreros, contra sus condiciones de vida y de trabajo ya misera de por si. El mismo Gil robles después de su fracaso de del 16 de febrero, se vio obligado a reconocer que “hay también muchos (capitalistas y propietarios) que con su egoísmo suicida, tan pronto llegaron a tener la derechas participación en el Gobierno, bajaron los jornales, elevaron las rentas, intentaron y consiguieron desahucios injustos y olvidaron la triste experiencia de los años 1931 – 1933.

con estas citas queda demostrado el paralelismo entre la derecha y los patronos de los años 30, con la derecha gobernante en este Gobierno que preside Rajoy de principios del siglo XXI.

Como Gil Robles se veía obligado a decir alguna verdad, la decía incompleta. Lo mismo ocurre con Mariano Rajoy que le supera en mentir. Al igual que los capitalistas de entonces no solamente se “aprovecharon de la situación para bajar salarios” es lo mismo que hacen los capitalistas de hoy amparado por este Gobierno.

Las políticas llevadas a cabo por el Gobierno radical-cedista, de un ataque contra las condiciones económicas de los obreros y los campesinos, y la pequeña burguesía, inspirado, dirigido y protegido por el Gobierno. Desde el poder las derechas, su parlamento y su Gobierno, votaron unas leyes y anularon otras, con el fin facilitar la ofensiva de los patronos contra los trabajadores. Prepararon una nueva ley anulando la anterior y con eso facilitaron a los patronos la posibilidad de disponer a su antojo de la vida y la suerte de los trabajadores.
En la actualidad, el Gobierno de Rajoy a puesto a disposición de los empresarios el que puedan despedir por causas objetivas, cuando el empresario diga que tiene perdidas, y haciendo el despido libre. También se ha cargado el derecho a la negociación colectiva que recogía la constitución en su articulo 37.
Con el Gobierno radical-cedista, los salarios de los obreros bajaron de diez y doce pesetas a cinco y cuatro. Los jornales en el campo descendieron de seis y nueve pesetas, hasta una peseta y cincuenta céntimos para los hombres y sesenta céntimos para las mujeres por una jornada de sol a sol.

Mientras tanto la derecha votaba en el parlamento millones de pesetas para el clero el ejercito y la guardia civil y para las fuerzas de represión: mientras el paro aumentaba. Paralelo a esto el gobierno permitía que los ahorros de los ricos quedaran seguros en los bancos, y con más de ocho mil millones de pesetas en las cuentas corrientes de los bancos, los modestos productores no lograban créditos baratos con lo que el paro fue en aumento llegándose a contar según las estadísticas oficiales, en el periodo de Gil Robles se pasó de 586.000 a 780.242, y las cifras no oficiales daban más de un millón y medio de obreros en paro.

Lo mismo que hoy el Gobierno de Mariano Rajoy protege a los bancos y los grandes inversores y niega el pan y la sal a la pequeña y mediana empresa, mientra carga el peso de la crisis contra los más débiles, bajadas de pensiones, bajada de salarios, congelación de pagas, aumento de impuestos como el IVA, copago en las medicinas, recortando dinero para educación pública, en beneficio de la privada para que no falte dinero para fortalecer los bancos.

Hoy al igual que ayer aquel Gobierno de derechas aunque tarde, reconocía su fracaso diciendo verdades a medias, lo mismo que Rajoy no cuenta las mentiras que dice para mantenerse en el poder por mandato del gran capital. Aquellos políticos tenían el ABC para airear sus mentiras, hoy el mismo diario, airea las mentiras del Gobierno, más la Razón que le iría mejor la sin razón, y los medios audiovisuales todos para difundir la sin razón de este Gobierno.

Dicho todo esto como conclusión, cabría señalar el esfuerzo, interés y el talante de los dirigentes de la izquierda para hacer confluir los intereses de los trabajadores, dejando aparcado los interese partidistas y hacer que la unión de las centrales sindicales de clase, empujaran el carro en el mismo sentido y hacer posible el triunfo de frente popular.

Por ello, las diferentes izquierdas existentes en nuestro país, se tendría que plantear si ante la situación de paro y perdida de derechos sociales, como ocurrió en aquellos días de los años 30 no valdría la pena hacer el esfuerzo y el sacrificio de dejar aparcado los intereses de partido para hacer y crear las condiciones de dar la batalla y desterrar del poder a la derecha financiera y desterrar a los políticos mentirosos de la vida política del país ya que la historia y el paralelismos se repite 78 años después.

Dicho esto, no me siento molesto por que me digan que mis ideas Marxistas están desfasadas, esas ideas me nutren del sentido de pertenecer a la clase obrera de la que he formado parte. Tal vez mis amigos de la izquierda me digan que lo que planteo es una utopía, que no se puede realizar. Porque en estos momentos, las fuerzas mayoritarias de la izquierda, no se plantean este tema con la fuerza que se tendría que emplear . Esto sería un motivo pero no insalvable. Dejemos pues que desmantelen totalmente la enseñanza, la sanidad, las pensiones, la dependencia, y luego de todo perdido, nos juntemos en un rincón para llorar nuestras penas.

Antonio Montero zarco
5 de octubre de 2013




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