viernes, 8 de noviembre de 2013

SOLIDARIDAD

SOLIDARIDAD

El sentido de esta palabra, es mucho más importante que su resultado. Hasta nos hace tener contradicciones. Yo como siempre exponga las mías.

Como entiendo la solidaridad, así sin pensarlo dos veces, me siento como si yo fuera uno de esos despedidos de la fabrica, la obra, el taller, el centro de estudios, la enfermera, el médico, el ingeniero, el lechero, el electricista, el barrendero, el camarero, fontanero, carpintero, bombero, policía, el abogado asesor de la empresa, el economista. Con todos los profesores en todas sus categorías, con todo el cuerpo sanitario, con los mineros, camioneros, pescadores, con los campesinos, que les estrujan los precios de sus cosechas, con los jubilados, con los niños que ya no tienen una alimentación adecuada, con ese que no puede ir a la escuela, con la mujer maltratada, con los inmigrantes, con los que emigra de nuestro país como en los años más duros de la dictadura, con todos los desahuciados de sus viviendas. Con todos los estafados de las preferentemente. Dicho esto, me surgen las tres primeras contradicciones.


1 No puedo ser solidario, con aquellos que compraron viviendas para la especulación, y han sido desahuciados.
2 No puedo ser solidario, con los que invirtieron en las preferentes sabiendo lo que se llevaban entre manos. Ni solidario y en contra de que el “Gobierno” les pague ninguna indemnización, a estos especuladores. Si soy solidario, con los que fueron engañados por trabajadores que estaban vendiendo un producto que habían inventado los dirigentes de los bancos, y que tenía que vender para quedar bien con el director y que no tomara represalias contra ellos.

He dicho dos contradicciones, pero hay muchas más. ¿Todos entendemos la solidaridad en los mismos términos y le damos el mismo valor? A qui tiene mucho que ver el instinto de clase. Como he dicho ya en muchas ocasiones, yo pertenezco a la clase obrera, y no me avergüenzo de ello. Este es uno de los principios, que me hace sentir solidario, con todos los que he mencionado antes.
¿Pero los antes mencionados, entienden la solidaridad, como yo la expreso?

En estos tiempos de tantos recortes, despidos en todos los sectores de la vida cotidiana del país, ¿Hemos confluido en las manifestaciones, todos los que estaban en procesos de regulación de empleo? ¿Estaban todos los despedidos o faltaban muchos? ¿estaban al completo todos los parados de larga duración? ¿había un gran número de jubilados protestando por los recortes en las pensiones? Sin embargo muchos “fuimos en solidaridad” con los directamente afectados.

Hago esta reflexión, para que analicemos la profundidad de la solidaridad. Es lamentable, que cuando los trabajadores hemos salido a la calle a reivindicar, libertades, mejoras salariales y derechos sociales, lo hemos hecho y revindicado para todos. Sin embargo, otros sectores del mundo del laboral, se quedaron en sus centro de trabajo, como si lo que se pedía no fuera con ellos. ¿Se puede tomar esto como un reproche, hacia aquellos que se hicieron los sordos?. Tómese como se quiera, lo que cuenta es tener la conciencia tranquila.

Antes he dicho lo de las contradicciones, y lo mantengo. Quiero decir que soy solidario, con todos los solidarios anónimos de este país, ha ellos y a todos los demás, quisiera que dedicaran unos minutos a pensar, hasta donde llega el alcance de su solidaridad, y cual es el bien que se hace, y sus contradicciones. Por ejemplo. Todos sabemos o deberíamos saber, hasta donde llegan las ayudas de los diferentes bancos de alimentos y centros a los que la gente acude a “comer”, y cuanta gente se beneficia de ellos y quienes son realmente los que aportan estos alimentos.

Esta solidaridad, no se tiene que dejar perder. No podemos dejar a nuestro vecino desamparado a sus suerte. Ahora bien, ¿Quienes son los responsables de que estemos viviendo esta situación?
En primer lugar El sistema capitalista, amparado y protegido por los gobiernos títeres que se prestan a ejecutar sus mandatos, el gobierno del PP encabezado por Mariano Rajoy es el mejor exponente de esa practica.
Este sistema, que encabezan los bancos, las multinacionales y los mercados financieros, son los responsables directos de que florezcan los bancos de alimentos y los centros de acogida para todos aquellos que han condenado a la marginación, y la discriminación social. En esta situación, es cuando con más fuerza nace la solidaridad.

Llegado a esta situación, la solidaridad, es de suma importancia. Pero ¿Somos conscientes que nuestro esfuerzo solidario tiene dos destinatarios diferentes? Los primeros, los que están al borde del abismo. Abismo creado por la carroña financiera y políticos ineptos, que debido a la solidaridad de la gente de buen voluntad, les “resuelve” parte del problema que estos criminales han creado.

Es decir, el pueblo solidario se convierte en el principal elemento a la hora de a paliar los problemas más directos de los compatriotas. Dicho de esta forma, se puede pensar que este tipo de solidaridad, se debe de cortar, por que en parte le estamos resolviendo el problema ha quienes nos están esclavizado. Le estamos resolviendo el problema, al Gobierno, a la patronal y a los criminales de la banca. Pero no por ello tonemos que abandonar en nuestra empresa.

Decía lo de la contradicción de la palabra solidaridad, y la forma solidaria, de llevarlas a cabo. En los primeros casos, solidarios, contra todo tipo de despidos, recortes, etc sin que haya reciprocidad por parte del conjunto de afectados, y en cuanto al segundo caso de ayudas solidarias más directas, para el que no tiene que llevarse a la boca, no se puede abandonar esa practica, ya que de ello depende el que cientos de miles de personas puedan tener algún sustento para continuar viviendo y soportando a los opresores, sin esperar nada a cambio.

Por lo tanto, debería ser necesario, que los miles de anónimos solidarios, hicieran el ejercicio solidariamente de, explicar quienes son los verdaderos responsables de la falta de alimentos, que sufren esos miles de cuidadnos que antes mencionaba. Y los culpables, son sin lugar a dudas, los Gobernantes de la derecha que se prestan a ser gestores y lacayos del capitalismo.


Antonio Montero Zarco


7 de noviembre de 2013

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