Estamos
asistiendo a una descomposición de la izquierda tal y como la hemos
conocido en los últimos años, tal vez sea necesaria su refundación
sin que esto quiera decir que ya no tiene ningún valor los clásicos
de esta filosofía.
En
estos principios de siglo, ha sido tal el avance tecnológico, que
facilitando la participación de una parte importante de la
ciudadanía en los acontecimientos políticos, ha hecho a su su vez
que se habrá una brecha entres las capas sociales difícil de
superar. Esto desde mi opinión, ha contribuido al deterioro de la
izquierda. Sin que esto quiera decir que no sean útiles estos
avances, lo que fracasa es la forma de utilizarlos. Ya que las
opiniones corren por las redes sin que haya una confrontación de las
mismas. Esto ha contribuido, que la militancia sea más por estos
medios que la física donde tienes enfrente al interlocutor.
Por
ello, nos tenemos que preguntar, ¿Que es la militancia? ¿Que es la
izquierda? ¿Que es el partido? Ya estamos saturados de oír que el
partido no es un fin en si mismo para justificar ciertos
comportamientos. Pude ocurrir que los que proclaman esta definición
tengan interés de que efectivamente el partido pierda valor hasta
que se devalué totalmente. Cuando hablo del partido, es extensible a
todos los partidos “vinculados al mundo del trabajo” las
izquierdas.
Es
verdad que el partido, los partidos de la izquierda, no son un fin en
si mismo, de hecho la palabra partido es una cosa abstracta que no
existe físicamente, nadie ve el partido,no tiene figura, pero cuando
esa cosa abstracta se le pone nombre y se le dota de una filosofía y
de un distintivo, una persona, varias personas hablan en nombre de
ese partido, su filosofía empieza a tomar forma y esa cosa
abstracta, se convierte en una herramienta que une sensibilidades y
la gente empieza a ver, como una una herramienta de lucha para hacer
frente a las clases opresoras.
Dentro
de esa filosofía debe de haber unas normas de funcionamiento que
haga eficaz su cometido. Se debe facilitar el debate, ya que a través
de él, se enriquece la base filosofal del sus principios. Pero si se
quiere que el partido, su programación llegue a buen puerto, se hace
necesario el respeto a las decisiones que se han adoptado
colectivamente, y tiene que haber una unidad de acción sin la cual
el partido pierde su credibilidad.
Por
ejemplo, ¿que esta sucediendo en el PS, donde dirigentes
cualificados están por intereses diversos poniendo en entredicho la
gestión de su S. General, debilitando así la influencia de esa
organización?. (Esto es aplicable a todos los partidos).
Posiblemente, la procedencia de una parte de sus cuadro, tengan más
interés de estar al servicio del liberalismo, que de la defensa
colectiva de la sociedad.
Otra
cosa a tener en cuenta, son los medios de presión, que se enconan,
criticando la falta de transparencia, y participación en la elección
de sus dirigentes, como de sus candidatos electorales. Es verdad que
la derecha, no tiene estos problemas, el ordeno y mando son la tónica
general. Sin embargo, la presión mediática, no se ejerce de la
misma forma. Claro que no. Cabria decir ¿Como esos medios de presión
tenían que tirar piedras sobre su propio tejado? Todo lo contrario,
justifican hasta la corrupción. Todo esto se tiene que tener en
cuenta a la hora de la configuración de esa herramienta llamada
partido.
Al
partido vienen gentes de distintas procedencia, que en principio
coinciden en esa filosofía de reivindicaciones y solidaridad, pero
llega un momento, en que la procedencia de esa “militancia” ya no
viene por su filosofía, sino como una oportunidad para resolver su
situación personal.
Como
ejemplo en estas últimas elecciones en la comunidad valenciana, se
han elegido, 32 diputados, tres de “profesión” política, una
trabajadora social, dos del mundo de la cultura (teatro y cine) y 27
procedentes de la universidad. Algunos de ellos, nunca trabajó en su
profesión. Por ello, invito a que se mire la composición general y
cada uno que saque sus conclusiones. Esto nos da una idea de como
están formados los partidos, tanto de la derecha como de la
izquierda, que refleja muy claramente en la composición del
parlamento. Sin entrar en los fichajes estrella, que no han pasado el
filtro que cualquier otro afiliado.
No
quiero que se piense, que mi opción se confunda con el obrerismo.
Hoy el concepto obrero es aplicable a todos las/los trabajadora que
dependen de un salario, ya sean funcionarios, o de profesiones
liberales. Aunque no estaría mal que hubiera una mezcla en el
hemiciclo de trabajadores de la industria, junto con los que proceden
de la universidad. ¿O acaso pueden estar los empresarios y los
trabajadores manuales no?
En
cualquier caso, no se pone en tela de juicio el corriculum
profesional de estos universitarios, que algunos ostentan el cargo de
catedráticos. También llegan a los partidos, trabajadores en busca
de ese puesto de trabajo a cambio del carnet. Lo hemos visto también
en las elecciones municipales, donde trabajadores de las empresas
públicas participaban en las listas electorales de los partidos pero
no en puestos de salida. De todos.
Que
los dirigentes de los partidos de las Izquierdas, explique, porque en
las listas los trabajadores manuales no van en puestos de salida.
Siempre hay una excepción que rompe la regla. Cayo Lara procede del
campo, trabajaba la tierra. Tal vez, porque proceda de una tierra
“quijotesca” su trabajo en las cortes no envidia a la de
universitarios, que se han pasado toda la legislatura sin hacer una
pregunta al gobierno. A lo mejor si hubiera muchos de estos
“quijotes” las políticas que emanaran del parlamento no sería
como las que se aplican ahora.
He
aquí una muestra del porque, en parte el fracaso de la izquierda. Se
puede afirmar y yo sostengo, que la militancia partidista desconoce
los principios de las bases filosóficas de sus partidos, de los
partidos de la izquierda. Muchos llegaron con buena voluntad, y en
vez de darles una formación adecuada, en vez de dar a conocer los
principios del partido, su base ideológica, su programa. Han sido
captados por las diferentes familias para utilizado como instrumentos
de presión, para mantener una situación privilegiada que le asegure
la permanencia en las esferas de poder que algunos tienen en los
partidos obreros.
Otro
punto que ha podido alejar a la militancia, ha podido ser la falta de
coherencia en la toma de decisiones por las cúpulas dirigentes. Las
propuestas no han ido de arriba hacia bajo y de abajo arriba con las
aportaciones de la militancia. Han sido propuestas inamovibles
inventadas por la dirección de ese partido sin conocer realmente lo
que piensan las bases.
Para
la nueva etapa que se habré ante todos los que tenemos una
sensibilidad por que la política este al servicio de la ciudadanía,
y que ésta no este al servicio de la política, es necesario, el
tener en cuenta esta reflexión, para tomar las decisiones que ya
parece apuntan en algunos sectores de la izquierda. Izquierda Unida,
sus dirigentes se están planteando el no anteponer sus siglas para
llegar a confluir en una nueva formación que de respuesta a las
demandas de la sociedad. He aquí pues nuevamente las presiones
mediáticas que decía anteriormente. ¿Hasta que punto la reforma
tiene que ser lo que digan los medios de presión? ¿Solo IU esta
dispuesta a sacrificar sus señas de identidad en la creación de ese
bloque de izquierdas?
En
sea nueva refundación que plantea Alberto Garzón, so se puede
circunscribir solo a esa organización. Se tiene que abrir a toda la
izquierda, en el debate, se tienen que implicar los agentes sociales,
no puede haber un divorcio entre los partidos obreros y los
sindicatos de clase. Ese complejo que se tiene, por las presiones
mediáticas, se tiene que romper y actuar en consecuencia con la
clase a la que se representa.
Por
lo tanto, podemos estar ante la oportunidad de crear ese bloque de
izquierdas. Para ello, todos tienen, tenemos que ser generosos, dejar
aparcados para siempre los prejuicios que podemos arrastrar del
pasado reciente, y actuar en consecuencia. Una cosa tenemos que tener
clara, la clase obrera necesita una herramienta para defenderse de
las agresiones del capitalismo, de todos depende que esto pueda res
un realidad. El debate queda abierto.
Antonio
Montero zarco 5 de enero de 2016
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