SIA HAY DIFERENCIAS y de
mucho peso. Entre mi izquierda, la
derecha y la social democracia.
Las diferencias las ha marcado el nuevo presidente del PP, estará en contra
de la eutanasia por el derecho a la vida. Para él no cuenta el derecho a una
muerte digna.
Estará en contra del aborto
por el derecho a la vida. ¿Acaso la futura madre abortara por el derecho de
abortar? Se ha pensado en los motivos y circunstancias que lleva a la “madre a
tomar esa decisión? Cuando el nuevo dirigente habla de estos temas tenía que
ser consciente que gente de su entorno, y de las altas esferas también abortan
pero su hipocresía les hace estar en contra
de esas medidas legales para que quienes
deciden dar ese paso, ellos lo hacen en secreto para tapar sus “vergüenzas”.
Otro tanto pasa con los
matrimonios del mismo sexo, están en contra, pero en sus filas hay matrimonios
con esas condiciones. No les convencen los movimientos contra la violencia de género. También en las altas esferas existe
esta violencia, pero las agredidas callan y lo soportan por miedo y porque
están sumisas a los deseos de sus maridos como lo manda la “Santa Madre Iglesia”.
Para los catalanes según el nuevo líder hace falta mano dura. Él
esta con la gentes de los balcones y las banderas. Ignora
que también están las bandera en los balcones de las diferentes nacionalidades
que forman este estado multicultural en defensa de su identidad. Y también están
en los balcones banderas tricolores de la república. Todo eso está presente en
la sociedad, pero el nuevo líder mira hacia la derecha para contentar a los de
la larga noche de la dictadura.7
Es decir, las diferencias
son notable, un sector muy importante de la sociedad, esta por hacer políticas
que recojan y garanticen estos y oros derechos sociales, que la gente reclama por
necesidad objetiva. Estos nuevos líderes se escabullen para no combatir la
corrupción como es debido. La diferencia es que los de mi izquierda pensamos
que debe ser una cuestión a erradicar de la clase política.
Pero hay más diferencias,
estamos la otra izquierda que nunca decide, pero que tenemos propuestas a
medio, corto y largo plazo. Esa izquierda estamos por una Europa de los
pueblos, donde lo que hemos visto más arriba sea ley universal que se beneficie
todos los pueblos. Que remos una Europa que hable de tú a tú a los gobiernos de los EEUU, una Europa
que no esté subordinada a los caprichos de los magnates norteamericanos.
No se trata de declarar una
ruptura con esa nación, pues también sus ciudadanos son víctimas de las
políticas que vienen aplicando sus gobiernos ya sean demócratas o republicanos.
Apropósito de los republicanos, no siempre fuero y se comportaron como lo hacen
hoy. Hubo un presidente llamado Abraham Linconl que tras una guerra para abolir
la esclavitud, por considerar que todos los hombres y mujeres tenían los mismos
derechos por el solo hecho de haber nacido, se lamentaba diciendo en una carta
publicada en 1864.
“Veo que se avecina una crisis en el futuro
inminente que me intranquiliza y puede sacudir la seguridad de mi país. Como
resultado de la guerra, las empresas han asumido el poder, y lo que seguirá es
una era de corrupción de las más altas esferas, el poder del dinero gobernara
el país actuando sobre los prejuicios de las personas hasta que toda la riqueza
se concentre en unas pocas manos y la republica termine destruida”.
Este hombre no pudo ser más
elocuente. Hoy las multinacionales han abierto sus garras saltándose todas las fronteras
imponiendo unos nacionalismos económicos y militares, que limita la soberanía
de los estados. Si Europa no logra una independencia de este imperialismo, Europa
no será nada de lo que sus promotores iniciales querían que fuera. La derecha y
su nuevo líder defienden que sean las multinacionales las que marquen el
camino.
La diferencia es que esta
izquierda con la cual yo me identifico, quiere cambiar todos estos privilegios
de las multinacionales. Se puede abrir una vía al dialogo, en una Europa
que esté por la superación de que sean
los mercados quienes decidan. Abrir unas vías de diálogos por superar los bloques militares,
dejar claro que todos somos necesario, pero que se desmantele la OTAN y se convoquen
conferencias donde se hable de la paz en todo el planeta.
Motivos se tienen para pedir
la disolución de este organismo bélico, que es de todos conocido por los bombardeos sobre la antigua
Yugoslavia en el 1999 en una guerra que nunca se declaró por parte de los
socios de este organismo de terror. La
derecha que representa el nuevo líder del PP y la socialdemocracia española,
estuvieron a favor de esa intervención de la máquina de guerra.
El gasto que ocasiona la
OTAN, sería mejor empleado en el desarrollo de los pueblos subdesarrollados y
en vías de desarrollo, donde se garantizara que cada céntimo de euro, se
invirtiera realmente en cubrir las
necesidades más básicas, y ayudas el desarrollo para que esos pueblos se valgan
por sí mismo. Esta izquierda con la que yo coincido, quiere combatir los
privilegios de las multinacionales que mandan también en las guerras, donde se
pueda negociar las condiciones que mejoren la vida de los ciudadanos.
Nosotros nos tenemos que
deshacer de las cadenas de los mercados, para ello la solidaridad entre las
clases trabajadoras, tiene que ser una realidad. No solo de nuestro país sino
de toda Europa, y también de ese pueblo norteamericano que protesta por las
tomas de decisión de sus dirigentes. Las Organizaciones Internacionales de los
Trabajadores, tiene que jugar un papel fundamental en la coordinación de estas
demandas.
Desde esta izquierda, hemos de combatir los
monopolios, y la lucha por la conservación del medio ambiente y el cambio
climático. Para ello, no podemos dejar que sean las multinacionales quienes dirijan
la regeneración del medio y el clima.
Por lo tanto queda claro que
si hay diferencias entre la derecha de Casado, la timidez de la
socialdemocracia y la izquierda con la cual yo me identifico. Mientras la
derecha recorta libertades y derechos sociales, yo propongo recuperar todo lo que
teníamos antes de los recortes, libertades y derechos sociales por que si
queremos una Europa de los pueblos tiene que ser sobre la base de la libertad y
la cultura, sin estas premisas, Europa y el mundo tienen en esa rifa de la
existencia como planeta muchas, muchas papeletas para su desaparición, más pronto
que tarde.
Proletarios de todos los
países “uníos” Antonio Montero Zarco
23 de julio de 2018
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