FRAUDE
Ya en la antigüedad había
sus más y sus menos con la democracia.
"El fraude que de ella
se hacía, incluye toda práctica deshonesta llevada a cabo con la intención de
causar daño o de privar a otro de sus derechos.
El daño o perjuicio que
resulta de esta práctica deshonesta es típicamente un daño económico y de
libertad que manejaban a su antojo la oligarquía".
No se trata por mi parte
reproducir retales de la historia para
defender que entonces cómo hoy la democracia está ultrajada y que bajo
su nombre se han competido y se comentes los crímenes más cruentos de esta
humanidad de más de 2500 años.
Ante estos atropellos ya en
su día un gladiador llamado Espartaco, puso en jaque al imperio romano para
liberarse de la esclavitud. Una protesta con carácter revolucionario que
fracasó porque el Imperio tenía todo a su favor, hasta los sumisos ciudadanos
libres que no tenían opinión para no caer bajo la cólera de los patricios.
Tendrían que pasar más de
100 años para que otro revolucionario intentara hacer una revolución pacífica
contra la invasión romana en las tierras de Judea donde el hijo del carpintero
forma un partido para llevar a cabo esa lucha.
En cualquier caso, otras
revoluciones que cambiaron el rumbo de la historia, aunque influyeron, nunca
consiguieron que la democracia fuera la máxima expresión de la libertad y la
participación. Es decir, la democracia
solo es una expresión sin más contenido ya que en todos los quehaceres de la
vida, son las grandes corporaciones económicas quiénes deciden en los destinos
de la sociedad. A pesar de todo es el sistema menos malo que conocemos.
Por ejemplo, el fraude
democrático se refleja muy bien en incumplir la constitución y no renovar el
CGPJ. Y es más fraude todavía porque los que ultraja la constitución son, los
que tenían que velar por su cumplimiento.
Incumplir los programas
electorales es otro ataque al desprestigio de la democracia, sin embargo
tenemos que luchar por defender los valores que representa.
Cuando se toman decisiones
tan graves como participar en la guerra de Irak, y ahora más reciente y
actual en la guerra de Ucrania, en nombre de la
libertad y la democracia, es una de las
mentiras más ruines que se puedan cometer. Cuando todo el mundo sabe que son
puramente por intereses estratégicos de los EEUU y del poder económico.
Eso de la soberanía del pueblo solo tiene de real, los diez minutos
que se tarda en coger la papeleta de su elección, meterla en el sobre y
depositarla en la urna. Ahí empieza y termina la soberanía popular.
Ya hemos visto cómo se incumple la
constitución por los partidos políticos y por quienes tendrían que ser los
garantes de su cumplimiento. Los jueces implicados.
¿Qué pinta el pueblo en esta
historia? Cero patatero.
Es verdad que los gobiernos
están para gobernar, pero cuando la opinión pública, tres, cuatro millones de
ciudadanos, y posiblemente muchos más piden un cambio de actitud ¿cómo es
posibles que estén equivocados y una minoría, la que forma el parlamento y el
equipo de gobierno estén en lo cierto?
Esto es muy difícil de
digerir en que esos millones de ciudadanos no tengas ni zorra idea de que es lo
que quieren y ese, esos gobiernos que no escuchan estén en posesión de la
verdad. La respuesta es que el pueblo cómo he dicho más arriba solo tiene diez minutos
de soberanía, la participación es nula.
Vemos cómo la democracia la
libertad y la soberanía es uno de los fraudes más grandes que se cometen en su
nombre, desprestigiarla parece ser su faena.
Otra vez más, la derecha
quiere limitar más esa pequeña libertad que tiene el pueblo. Feijóo sale ahora
ofreciendo un pacto de estado al PSOE, se trata ni más ni menos que, dejar
gobernar a la lista más votada. El problema no es la lista más votada, el
problema es la ley electoral, sin un cambio
en la ley la democracia esta mutilada. Y teniendo en cuenta que en las municipales todavía tiene un pase, que
también se puede mejorar.
Termino aquí, pero
continuare opinando sobre los ultrajes a la democracia, porque, cada día que
pasa las puñaladas contra este sistema es más hiriente.
Antonio Montero Zarco
15 de enero de 2023
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