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Cuando yo sostengo, que el sistema actual tiene los días
contados, me baso en las actuaciones que se están desarrollando en lo que, alcanza la vista.
Ya se esta viendo, como los dirigentes
europeos, están intentado a la desesperada, el atar los cabos sueltos, para
intentar mantener la hegemonía con su estrategia, y que las decisiones
políticas, económicas y energéticas,
estén bajo su control.
Con presidentes no
electos como fueron el tecnócrata que impusieron en Grecia y el banquero Monti
en Italia, esto demuestra la descomposición del sistema, y que la participación
democrática no les vale y que el tiempo juega en su contra. A nosotros tampoco
nos vale este sistema de elección, porque no responde a las necesidades de la
sociedad.
Un ejemplo
cronológico de ello, es la intromisión en los asuntos externos por parte de los
cuatro países más poderosos de Europa, Alemania, Gran bretaña, Francia e
Italia. Fue Alemania la primera que enarboló la bandera de esta intromisión el
acaparar el territorio de lo que fue la RDA, aunque este territorio fuera una parte de la Alemania que había quedado
partida tras la II Guerra Mundial por las prisas de Helmut Kohl eran
desesperantes,- para acabar con el sistema del socialismo en aquella zona.
Se apresuro posteriormente al reconociendo de los estados que pretendía la segregación de lo
que había sido la antigua Yugoslavia. Esto solo demuestra, que se aferran a este tipo de acontecimientos para preservar
la hegemonía de una parte del imperialismo. Pues que no quede la menos duda,
que Alemania, nunca ha renunciado ha ser un imperio en el centro de Europa. Y
cuantos más pequeños países la formen más fácil es su domesticación.
Estos estados, se
apresuran a tomar partido en todos los acontecimientos de la primavera árabe, para tomar posiciones
en el control de los yacimientos energéticos. Pues a los poderosos europeos, no
les importa ni la libertad ni la democracia, lo que quieren es tener gobiernos
títeres para desarrollar sus pretensiones de expansión. ¿Qué han hecho para
evitar el fraude del referéndum de Egipto?.
El paro en Túnez es del 17,6 % medio punto menos después de sufrir una
guerra y se esta reconstruyendo lo destrozado. En Libia la tasa de paro
continua siendo del 30 %. Lo que cuenta
es que haya gobiernos iteres que sean fácil su manejo.
Hoy se están valiendo, de una posición económica para
imponer un sistema que antes se hubiera impuesto por la fuerza de las armas.
Pero ha sido mucho el camino recorrido desde la mitad del siglo pasado, que no
ha de tardar el que la presión que están cometiendo contra la sociedad, haciendo
retroceder en libertades, y el estado de
bienestar, se convertirá en el arma que pondrá fin al sistema capitalista.
Los habitantes de esta parte del mundo, el centro Europa, ya
no pueden aceptar por mucho tiempo las políticas de reformas que nos están imponiendo.
Esto no se arregla con reformas, significa que muchas veces cuando se hacen los
cambios, se descubre que no son validos, son como cuando en una casa se cambia el WC, una parte de la cocina, un
cuarto, y al tiempo se descubre que no da el resultado que se esperaba, aunque
momentáneamente, se quiera vender por parte de quien lo impulsó, quiera hacer
ver que fue positivo.
El resultado pues, no es otro que arrasar la casa y con una
nueva cimentación hacer todas las modificaciones que las reformas no fueron
capaces de solucionar. Es decir, solo con un cambio radical se puede conseguir
que el mundo, los habitantes de esta parte de la tierra sean los que decidan
cuales son las normas que se quieren dotar en el futuro. Y afirmo que tiene que
ser desde esta parte de la tierra la que capitanee el cambio, por ser
precisamente los que han conocido, lo que se ha denominado el estado de bienestar.
Porque las culturas orientales, poco tienen que enseñarnos
en estos temas. ¿Acaso con esas huelgas de producir más de los japoneses tienen
más tiempo libre para disfrutar de en sus vidas ese tiempo al ocio? Estos
orientales, no nos enseñan nada, pero
los empresarios que representan la CEOE ya sea
Díaz Ferrán o Arturo Fernández, a
esos chorizos, les gustaría imponer los métodos japoneses y para ello están
dando pasos como el despido libre, y la
perdida de derechos sindicales, sin olvidar los derechos sociales.
Estas huelgas japonesas y su sistema laboral es el que nos quiere imponer la derecha de este
país. Las consecuencias de este modelo,
ocasionan el estrés laboral que padecen los japoneses, convirtiéndose en una
enfermedad muy común en aquel país, que junto con el fenómeno del Karoshi
(muerte por exceso de trabajo) que anualmente les llega a más de 10.000
personas, anuales, más las que padecen y destaca la hemorragia cerebral y la
insuficiencia cardiaca respiratoria.
Allí el problema de las
pensiones es más asumidle, esos
fallecidos anualmente, se encuentran entre los 40 y 50 años. Por ejemplo, un ingeniero de la fábrica de coches
Toyota después de la jornada de 45
horas, llega hacer 80 horas extras en un mes repartidas entre las noches y los
fines de semana.
La norma, que recomiendan los empresarios, es el hacer 100
horas extras al mes. 4 horas al día de lunes
a sábado que se suman a las 8horas más 1 para comes son 13 horas en el
mismo puesto de trabajo.
Esto es un ejemplo, por los que los cambios, no pueden ser
reformables, se tiene que partir de la raíz del problema, que no es otro que
extirparlo por completo. Esto significa
que los atracos y desmanes de la banca, con el consentimiento de los gobiernos
de turno, tienen que ser depurados, no pueden acampar a sus anchas, políticos imputados en casos de
corrupción, no puede haber jueces, que pasen por todos los casos Frabras del país,
ni jueces que por fallos de funcionamientos dejen en libertada el responsable
de la mafia china Dao Shin o como se
llame.
Esta realidad, nos lleva, ha analizar, cual es el papel de
los partidos políticos, que en principio deben
ser instrumentos para hacer que funcione el sistema, por su puesto, no
este sistema. Para que los partidos sean el instrumento que la sociedad espera
de ellos, se tienen que dar la vuelta
como un calcetín.
El partido, tiene que
ser un medio, no un fin en si mismo, un medio, que sirva para canalizar el
sentir de la sociedad, y que sea esta la que realmente decida que quiere y como
quiere que se desarrolle la vida. Es
decir, si un partido es el reflejo de la sociedad, ningún dirigente puede
adoptar posiciones políticas que vallan en contra de ella. He aquí pues, el
reto que se tiene. Si realmente, los partidos de izquierdas, están por que el
hombre, la mujer, tienen que trabajar para desarrollar su intelecto y dar
forma con su trabajo a lo que son
capaces de crear, estaremos consiguiendo un mundo nuevo. Ahora bien, si los
congresos, las conferencias, las primarias, si los cambios de dirigentes están
enfocados, para reformar, no tiene sentido alguno el que estos sigan
existiendo. Entonces será la sociedad,
las que lleven a la práctica ese cambio radical que se tiene que dar.
Antonio Montero Zarco 15 de enero de
2013
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