Hace
algún tiempo, pensaba en la necesidad que la sociedad tenia de un
cambio de régimen. Hoy me reafirmo en la dicho, y quisiera ir un
paso más allá. En estos días pasados, con la desaparición física
del primer presidente de la democracia, se nos ha estado vendiendo un
producto político, que hoy es muy difícil de poder practicar.
Aunque los problemas son parecidos, los actores no son los mismos.
Estos de ahora, carecen del talante que rodeaba a los de antaño. Es
decir no tiene la categoría de aquellos que hicieron posible el
cambio de la dictadura a la democracia teniendo en cuenta todos los
"contras".
Se
están lanzado las campanas a vuelo, porque el mes de marzo bajo el
paro en 26.000 personas, pero se olvidan de decir que Yolanda, en
tres meses tendrá 5 contratos de trabajo, que le supondrán 25 días
reales. Se les olvida que las ETT están contratando a gente que no
les cubren todos los días trabajados a la SS, con salarios que van
de los 8 a 10 euros por jornadas de 10 horas y en el mejor de los
casos llegan a 20 o 25 €.
Estas
realidades, son junto a la perdida de decisiones de los ayuntamientos
con la nueva ley para regular el gasto de las administraciones
locales. Las nuevas leyes que dejan en libertad, a los
narcotraficantes, porque ya no se puede aplicar la justicia universal
que perseguía crímenes contra humanidad, y estos tipos de
delincuencia, todo ello esta muy lejos del sentir de los ciudadanos.
Es
decir, mientras los políticos van por el lado de ponerse al servicio
de los mercados, por el camino de proteger a la banca, y todos los
delincuentes políticos del presente y del pasado, las necesidades de
los ciudadanos van por otros caminos divergentes más pegados a la
realidad de miseria que diariamente se vive en la calle.
Por
ello, hace falta refrescar la memoria, y salir al paso de la nueva
campaña de mentiras, que se dirán en estos días que falta para las
elecciones al parlamento europeo. Lo venderán como la panacea que
terminara con los problemas que nos están asfixiando.
Nos
venderán como empieza la elección de los candidatos. Están los que
se han elegidos por consultas con los afiliados en algunos partidos,
los que se han elegido por la participación por Internet, y están
los que son designados a dedo como es el caso de los candidatos del
PP .
En
cualquier caso, ninguno responde al sentir de la calle. Porque para
ello, se tendría que tener en cuenta, que es lo que piensan los
ciudadanos, que hacer con los que opinan que la pertenencia al
Euro, nos ha encarecido la vida en mas de un 200%. Están los que
piensan que se ha perdido soberanía política, que estamos en manos
de la Troica Europea, donde tanto el BCE como el FMI y la Comisión
Europea, son organismos totalmente carentes de la más mínima
participación democrática. Ante esta realidad, no es de extrañar
que los sondeos electorales den cifras alarmantes de abstención. y
en esta situación cabría valorar, que representatividad tienen los
diputados electos cuando en el mejor de los casos serán elegidos
con un 20, o un 30 % de los que participaron y en su contra esta el
70, u 80% de la población.
Decía
al principio, la necesidad de un cambio de régimen, y no puede ser
otro que una república democrática y federal. Eso por si solo no
vale, tiene que ir acompañado, de una reforma en la lay electoral,
condición sin la cual la democracia estará incompleta por muy
república que sea. Pero en esa ley electoral, tiene que contemplar
que la elección de los diputados, este vinculado a la
representatividad y que el congreso de los diputados, sea un congreso
de representantes. Es decir que los diputados, tengan que rendir
cuentas en su demarcación electoral antes que al partido por el cual
se presentó.
Alguien
pensará que esto es inviable. En un sistema como el actual y con
la clase política que tenemos es evidente que estas propuestas no
tienen salida. Por ello, los partidos de la "izquierda"
tienen ante si, el reto de hacer ver a las clases populares, que son
ellos los que realmente tienen el poder. El día que el pueblo sea
consciente de su fortaleza, ese día será el principio, de que
realmente la soberanía radicara en el pueblo. Tonemos pues ante
nosotros, esa fecha del 25 de Mayo, para decirles a los partidos
mayoritarios que no les queremos, que lo que hace falta es que se
convoquen nuevas elecciones para que sea realmente el pueblo el que
decida sus destinos, que no pueden ser otros que un cambio de
régimen.
Antonio
Montero Zarco
10
de abril de 2014
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