lunes, 31 de octubre de 2016

NUEVA ERA


El 23 de octubre de 2016 se empezaba a escribir los nuevos episodios de la historia de España.

Se había consumado el genocidio del partido socialista. El asesinato no era casual se venía fraguando desde mucho tiempo atrás. Habían conseguido minimizar la influencia y nuevo ascenso de IU, casi era testimonial, pero al tiempo las políticas de recortes libertades iniciadas por el partido socialista y fortalecidas en su ejecución por el PP, hicieron surgir de las calles un nuevo movimiento que terminaría siendo el embrión de una nueva formación política, Podemos.

Las elecciones europeas de 2014 marcaron el inicio de la estrategia  política del régimen. Ante los resultados obtenidos por las fuerzas emergentes el 22 de mayo y el auge que tomaban los dirigentes del partido morado, en menos de un mes prepararon el golpe para la continuidad del régimen con la abdicación del Rey en la persona de su hijo como sucesor, cumpliendo con ello su primer objetivo la monarquía estaba asegurada.
Con estas elecciones  europeas y las  de noviembre de 2015 el bipartidismo estaba destrozado se había terminado el régimen del sistema.

Quedaba una baza por hacer, maniobrar para salvar el bipartidismo y la continuidad del régimen, inventar un acuerdo con la derecha emergente que era infumable por parte de la  izquierda del círculo morado. Todo ello provoca que los ciudadanos tengamos que repetir la votación en junio de 2016 con el resultado de todos conocidos pero con unos números que la gran coalición  que ya se apuntaba después de las primeras elecciones estuvieron maniobrando para llevar a cabo sin traumas excesivos.

Ante la incapacidad de la derecha de formar gobierno y ante la intentona del dirigente socialista de un gobierno alternativo, es cuando se produce el magnicidio político del dirigente del PS para consumar la gran coalición que toda la derecha ha venido defendiendo desde el principio ayudada por el máximo dirigente de las empresas de las puertas giratorias.

El golpe de mano contra  el SG del PS y contra su militancia de base ha estado preparado por los que siempre fueron elementos al servicio del capitalismo.
Ante esta situación, si apoyan  los presupuestos generales del estado la gran coalición empezara su andadura. Harán alguna pequeña concesión para apaciguar los ánimos de los ciudadanos, y aquí paz y a robar lo que se pueda. Si por el contrario el partido de la corrupción no saca los presupuestos se pueden dar por hecho que en breve se tendrán que repetir las elecciones.

Ante esta situación los socialistas lo tienen muy oscuro. Los golpistas del CF no podrán dirigirse a los ciudadanos como gentes de izquierdas por mucho que  quieran vestir el muñeco para disfrazar su traición a sus bases y sus los votantes. Si son otros los encargados de ese proceso y aun contando con el regreso de Pedro Sánchez líder defenestrado no tendrán credibilidad  si antes no han depurado y expulsado a los golpistas de este partido.

Si antes de estos hechos los políticos carecían del respeto de la sociedad, por considerarlos uno de los problemas más graves después del paro, con estos antecedentes  deberán ser repudiados hasta su olvido total. Será pues muy complicado recomponer  ese partido  de más  de 139 años de historia, ya se ha visto como una mayoría los fariseos del CF, han vendido su estómago a la derecha, falta saber cuántos de los 85 diputados hacen de mamporreros de la derecha.

 Toda esta gente no puede formar parte de ningún proyecto que tenga un mínimo de izquierdas. Entre medias de este maremágnum esta una sociedad desamparada que no tendrá otra salida que salir a la calle, a defenderse de  los recortes de 5.500 millones que ya anuncian desde Bruselas  y que Rajoy está dispuesto a cumplir. ¿De parte de quien estarán los socialistas ante esta situación??
Antonio Montero Zarco
23 de octubre de 2016



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