Diagnostico de un asesinato
Es una de esas películas que el gran maestro del cine de suspense, nos hizo ver por los años 60 del siglo pasado. El gran maestro Alfred Hitchcook, nos llevaba a la pantalla, médicos, siquiatras, forenses, abogado, fiscales y jueces para desenmascarar, al autor del asesinato.
Por la pantalla desfilaban una serie de personajes, que todos eran en principio culpables, nos tenía en vilo, con susto y sufriendo los 90 minutos que duraba la película. Al final se descubría al culpable, resultaba ser un actor que salía justo el tiempo de hace el crimen, y no se le veía la cara, hasta el final. Lo detenía la poli, sin sufrir nada.
El sospecho del principio, después de pasar las de Caín, y sufrir todo lo sufrible, y hasta llevarse algunas hostias de lo policía, en el mejor de los casos se quedaba con la chica pero nadie le compensaba del error que con él se había cometido.
¿Y que hostias tiene que ver la peli de Hitchcook con la idea que quiero expresar?
La ficción de la peli, nos muestra, todas las personas, que, cada uno en su especialidad, analiza las causas por las cuales se descubre el culpable.
En este mundo real, el que estamos viviendo, hay analistas que como los de la peli, analizan las causas del asesinato que están cometiendo con la clase obrera, con los jubilados, y con los más débiles. Pero el diagnostico resultante no lleva a los culpables a la cárcel.
Aquí cuando los culpables, son descubiertos, no se los lleva la policía, son escoltados por ésta, en sus tronos de poder para continuar asesinando y seguir quedando impunes ante sus fechorías.
Las enseñanzas del maestro del suspense, no sirven para que una vez descubiertos los responsables de la crisis, sean puestos a buen recaudo y paguen por sus crímenes.
Ante esta situación, empezará ha estar justificado, los recortes en la sanidad. Por una razón. Si cuando después de someterse el enfermo a toda una serie de análisis y diagnósticos de los especialistas, no se le opera, de nada vale saber cual es el motivo de su enfermedad
Por este orden, no hará falta, que en las universidades se formen médicos, ingenieros y otros profesionales de las clases medias bajas, por que ellos, tendrán sus universidades, para preparar a su gente y enseñarlos a continuar con la explotación si es que para entonces todavía queda gente para exprimir y reprimir.
Ni las enseñanzas del maestro del suspense ni la historia más reciente, nos enseñan, a no cometer los mismos errores que se han cometido durante los últimos 16 años. Con muchas actitudes por parte de los dirigentes políticos y sindicales, queda demostrado que el hombre, es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, algunos tropiezan continuamente, por una serie de intereses ocultos, que al final son de dominio público y que solo demuestran que sus tropiezos son para salvar unos privilegios que en cualquier momento se los pueden arrebatar por la debilidad acumulada por sus continuos tropiezos.
Por todo ello, viendo la película del gran Hitchcook, y sabiendo cual es el asesino, ¿Por qué nos tragamos nuevamente toda la cinta si ya sabemos el resultado? Esta actitud, de repetir toda la trama, ¿No es de ser ignorantes y querer repetir el sufrimiento que durante 16 años hemos estado purgando por nuestras debilidades?
Cuando hemos visto la cinta, y no cambiamos el guión, estamos cometiendo los mismos fallos que antes de conocer el final. Estamos pasando el mismo miedo y la misma tensión que sufrimos antes de saber el resultado.
Si en el original, perdimos puestos de trabajo, perdimos poder adquisitivo como ha quedado demostrado por todos los expertos, se han perdido libertades ¿Se puede decir que estamos dispuestos a congelar salarios, tener moderación salarial, permitir que las empresas se descuelguen de los convenios a cambio de conservar los puestos de trabajo, cuando los resultados nos han demostrado que esa actitud no ha sido respetada, ni se han creado los puestos de trabajo que se pretendía?
La conclusión que saco de toda esta trama des suspense, es que si no puedo cambiar el guión, que no cuenten con migo para colaborar en una política de recortes, que nunca desde que se terminó la II guerra Mundial el capitalismo se había atrevido a llevar acabo.
Por lo tanto, después de esta actitud por los sindicatos, que no se lamenten, que después de reconquistar por parte del capitalismo, todo lo que la case obrera consiguió con luchas, persecuciones y cárceles, la próxima victima será el terminar con los sindicatos llamados de “clase”.
Antonio Montero Zarco
4 de enero de 2012
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