viernes, 21 de diciembre de 2012

LIBERTAD DE EMPRESA




En el mundo capitalista,  todo está supeditado al desarrollo empresarial y a la libertad de empresa. Para que un país se desarrolle, depende muchos su tejido empresarial, esto en si no es un problema. El problema,  es  en  manos  de quien están  los medios de producción.

Mientras los medios de producción estén en manos de capitalismo, su rendimiento estará orientado a la obtención de beneficios, sin tener en cuenta las necesidades de los productores ni la sociedad, aunque lo que se produzca este orientad a ella, lo que se busca es rentabilidad. Ya que cuando prevén pérdidas  en sus previsiones no les tiembla el pulso,  en deshacerse de la mano de obra sobrante, cargando la producción que hacían los despedidos  sobre los que continúan trabajando,  con la amenaza de la espadada Damocles siempre sobre sus cabezas, aprovechando también esta situación, para  aplicar los recortes salariales.

Uno de los ejemplos más significativos, fue el comportamiento del jefe de la patronal, CEOE liquidando empresa, no pagando a los trabajadores, escondiendo dinero, aunque hoy este en prisión provisional, no se tiene garantías de que tenga que devolver todo lo saqueado para pagar las deudas contraídas con los trabajadores  y la administración. Esto es un ejemplo muy claro de lo que nos ofrece el capitalismo. 

Desde el punto de vista de la izquierda, esta situación tiene que cambiar. El cambio no es otro, que la producción este enfocada  al servicio de la sociedad, y no al servicio de del explotador para acumular riqueza. El cambio tiene que ser, para que  los medios de producción estén, en manos de los trabajadores.  

En últimos 30 años el capitalismo ha acampado a sus anchas, imponiendo un sistema orientado inequívocamente al exterminio de la sociedad tal y como la conocemos en la “actualidad” donde el número de parados será una premisa para tener la mano de obra barata que necesitan. Este comportamiento, lo debemos a la caída del socialismo “real” que ciertas clases dirigentes no han tenido el coraje de analizar las consecuencias de este acontecimiento.

Esta situación tiene que revertir, aun siendo ana utopía tener como meta este objetivo es una cuestión que la izquierda  no puede abandonar  si se es consciente y se respeta su definición de  principios.

Será complicado, el hacer revertir esta situación porque un gobierno de la izquierda real, en una legislatura que solo tiene, una duración de cuatro años no tiene tiempo. Esta situación,  solo se podrá invertir con más tiempo, o porque el pueblos se canse y haga  un cambio revolucionario, para llevar  a cabo este cambio en la posesión de los medios de producción. Siendo inevitable  que ciertos sectores  empresariales   tendrían que continuar en manos de  privadas.

Se hace pues complicado el cambiar esta tendencia  y poner freno, a las ansias de acaparamiento  de todo lo público, ya que los especuladores financieros he inmobiliarios,  dan por superado  que la situación de espoleo contra el territorio ha pasado a mejor vida.

Esta es una premisa que la izquierda tiene que tener muy presente, tiene que estar vigilante  y definirse  en cuales son  sus objetivos  o si por el contrario sostiene los cambios que se han llevado a cabo  en los tres últimos años. De seguir en esa línea  sin hacer otra ruptura  con el pasado  reciente  nos tendríamos que preguntar  para que sirve un cambio de gobierno.

Por todo ello es necesario, el hacer  esa definición de principios y marcar con claridad  los objetivos básicos  a conseguir. Decíamos que los especuladores dan por finiquitado  el ladrillo enfocando sus negocios  a los sectores más sensibles,  la sanidad la educación y las residencias de  de lo que se denomina la tercera edad y la dependencia.

Están en su derecho de llevar  a cabo esta pretensión en aras a la libertad de empresa, para ello están metiendo la mano en las empresas publicas,  sanidad enseñanza, las residencias públicas, el  transportes etc.  Personalmente, para mí todos los que hacen negocio con    la enfermedad y el sufrimiento de las personas, carecen de moral y de dignidad para formar parte de esta sociedad.

Teniendo en cuenta esta reflexión la izquierda,  se tiene que plantear el advertir a  esos nuevos “gestores” de lo público, la sanidad  la educación   y otros servicios públicos  que una vez llegado  al poder serán expulsados  del sistema sin ningún tipo de indemnización, ya que los gobiernos no pueden ni tiene potestad  para vender nada publico  y menos si no figuraba en su programa electoral. Pera ello,  tendría que haber figurado en su programa y haberlo difundido en los mítines y a los cuatro vientos  ya que lo actual, es un engaño fragante a sus votantes y  a toda la ciudadanía.

Porque una cosa tiene que tener clara, los  actuales  gestores y las alimañas  que quieren acaparar  todo lo público, que sean conscientes que la derecha no estará siempre en el poder y gobernando, de ser así  que la naturaleza se apiade de nosotros ya que los milagros no existen.


Antonio Montero Zarco
Sumacàrcer
Valencia  diciembre de 2012

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