Si
yo creyera en los Reyes Magos, les pediría
que con su magia nos libraran de la gente de la mala hierba, porque ya sabemos de lo que es capaz de
infectar la bordeza de la grama cuando se escampa por las buenas tierras.
Pero
no creo ni en Dioses, Reyes ni Tribunos.
Por ello, no se me pasa por la mente pedir nada
a nadie que no existe, reyes que
heredan poderes ilegítimos y tribunos
que esquilman derechos.
Sin
embargo respeto la gente de buena fe, que confía en que algunos Reyes buenos procedentes de Oriente, que les traiga un poco de felicidad, y a ser
posible, mejor un puesto de trabajo de los que prometieron los Tribunos, que
están destruyendo un mudo del que nunca se sintieron integrados, porque lo
suyo, era y es un régimen, donde no existen derechos, y donde el amo es el amo,
y el resto, los braceros, y trabajadores, el único derecho que les queda es el
callar y resignarse para que la
providencia no les traiga males peores.
Pero
yo no confió en los magos, la magia esta bien para las salas de espectáculos,
donde la gente intenta pasarlo bien. Yo
tengo confianza en la gente, porque si tiene que haber algún milagro, redentor
lo tienen que hacer, los braceros, los trabajadores, y la intelectualidad.
Ellos deben ser los redentores que hagan el milagro salvador.
Y
como no creo, en estos Tribunos que nos
gobiernan, ni en el Rey que los ampara,
por mentir como bellacos, he intentar que con sus recortes sanitarios, el
copago en las medicinas y las ambulancias para trasladar, a gentes enfermas a los hospitales, esperando que se vayan muriendo
para bajar la nomina de las pensiones y aliviar los problemas de la banca. Sin embargo yo creo en esos que están en estas condiciones, esos
jubilados que no han visto revalorizadas sus pensiones, son los que hacen el
milagro, de que muchos desahuciados del mundo del trabajo lleguen a finales de
mes.
Si
creyera en los Reyes Magos, les pediría
que los 127 políticos de todas las tendencias, implicados en casos de
corrupción, fueran a parar a la cárcel, les pediría que los jueces hicieran
cumplir la ley, para que la gente
empezara a tomar conciencia de que es
verdad que se puede creer en los magos.
Pero como no creo, los
políticos corruptos seguiran acampado a sus anchas mientras la gente cada día
que pasa, esta más cerca de la miseria.
No
nos queda otra, que soplar la fragua que forje al hombre libre, y que de los
movimientos sociales, de los descontentos de la universidad, salga el
libertador que se necesita, para que vuelva ha aflorar la primavera y al
mudo liberar.
Así pues, por malo, y no confiar en Reyes que
matan elefantes y Tribunos mentirosos,
solo espero que, sino paramos, los desmanes que están cometiendo
cualquier día vendrán y nos llevaran allá donde tendrían que estar los que nos
oprimen y quieren esclavizar.
Esta es mi felicitación para el 2013 os deseo lo mejor.
Antonio Montero Zarco
de diciembre de 2012
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